El preparar el almuerzo en casa y llevarlo al trabajo o al colegio, entre otros, es una práctica elegida por muchas personas por motivos de economía, así como por salud, puesto que se tiene el control de los ingredientes y preparaciones, dependiendo de las dietas de cada quién, sin embargo, el recipiente en el que se transporta también puede influir en el cuidado del organismo.

Aunque algunas veces se eligen los portacomidas por su peso, calidad, estética o economía, lo cierto es que el material de este recipiente puede afectar, no solo la composición de la comida, sino también la salud del organismo. Al parecer, el plástico utilizado en los portas son materiales porosos, a diferencia del vidrio, lo que podría contaminar la comida.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) afirma que los recipientes de plástico, “pueden liberar determinadas sustancias químicas al entrar en contacto con alimentos ácidos | Foto: Willie Thomas

“El plástico contiene ciertos componentes químicos contaminantes que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud si se toman en grandes cantidades”, indicó el portal especializado de la compañía Mapfre, resaltando que, aunque no representen un peligro potencial para la salud, tiene menos bondades que los portacomidas de vidrio.

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) agregó que los recipientes de plástico, “pueden liberar determinadas sustancias químicas al entrar en contacto con alimentos ácidos, como el limón, y grasos, como unas patatas fritas”, lo que comprometería los alimentos.

Con respecto a los recipientes de vidrio, este material tendría otros contras con respecto a la de plástico, comenzando por ser más costosa y poco práctica de transportar, sin embargo, a la hora de proteger los alimentos sería una opción saludable. Aunque se demore un poco más en calentar la comida en microondas, estas tienen una alta resistencia al calor.

Los portacomidas de vidrio no comprometen la calidad de los alimentos. | Foto: Getty Images

Sin embargo, en la actualidad hay otro tipo de materiales que han salido al mercado y que dan una nueva gama de alternativas para el usuario, entre ellas el bambú natural, que compite por su practicidad, diseño y al ser un material natural no compromete los alimentos, según recomienda el portal Sostenibilidad Más Vida, agregando la importancia de revisar que los recipientes de este componente no tengas otros materiales añadidos.

La importancia de consumir proteína

La calidad de la alimentación es uno de los factores que tiene un impacto significativo en el bienestar del cuerpo. Por ello es importante que a lo largo del día se consuman los nutrientes necesarios para su normal funcionamiento.

Una alimentación balanceada incluye hidratación, micronutrientes y macronutrientes. La proteína es uno de estos últimos y dentro de sus funciones se puede mencionar el crecimiento y reparación de los tejidos del cuerpo humano, como el tejido muscular. Además, las proteínas contribuyen a mantener el normal funcionamiento del sistema inmunológico y cumplen otras numerosas funciones de importancia en el organismo.

Para cumplir con los requerimientos de proteína, es aconsejable consumir alimentos fuentes de este nutriente en todas las comidas diarias. “Lo ideal es distribuir su consumo a lo largo del día para que el cuerpo pueda aprovecharla mejor”, asegura Clara Lucía Valderrama, nutricionista e integrante del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife.

Una alimentación balanceada incluye hidratación, micronutrientes y macronutrientes. La proteína es uno de estos últimos y dentro de sus funciones se puede mencionar el crecimiento y reparación de los tejidos del cuerpo humano, como el tejido muscular.

El peso y el grado de actividad física determinan la cantidad de proteína que se debe consumir. “Por ejemplo, para un adulto poco activo se recomienda entre 0,8 a 1 gr por cada kilogramo de peso corporal. En el caso de los deportistas, se recomienda entre 1,6 y 2,4 gr por cada kilogramo de peso corporal, teniendo en cuenta también el tipo de actividad física que se realice”, expresa Valderrama.

Carnes magras, aves, pescados, huevos y lácteos descremados son algunas fuentes de proteína animal, las leguminosas como soya, fríjol, lentejas, arvejas, garbanzos y los cereales como la quinua son fuentes de proteína vegetal. Consumir estos alimentos son formas de incluir este macronutriente en la alimentación, teniendo en cuenta que el consumo de alimentos fuente de proteína animal, soya y derivados como el tofu, brindará a cada persona proteína de alta calidad nutricional, es decir, con todos los aminoácidos esenciales.