El síndrome del intestino irritable, mejor conocido como colon irritable, es un transtorno que afecta el estómago y los intestinos que conforman el tracto gastrointestinal, generando molestias a quienes lo padecen.
De acuerdo con la Clínica Mayo, algunos de los síntomas de esta afección crónica son: cólicos, dolor abdominal, hinchazón abdominal, gases y diarrea o estreñimiento (o ambos). Sin embargo, los expertos aseguran que solo una parte de la población presenta síntomas graves.
De hecho, algunas personas pueden controlar los síntomas con “cambios en la alimentación, el estilo de vida y el nivel de estrés”, tal como lo aseguran los expertos del portal especializado.
A continuación, conozca qué puede hacer para disminuir la aparición de la sintomatología de este transtorno. Sin embargo, es importante que tenga en cuenta que si presenta pérdida de peso, diarrea nocturna, sangrado rectal o vómitos inexplicables, se recomienda consultar a un especialista.
Cambios en el estilo de vida
Aunque no existe un prueba definitiva para diagnosticar el síndrome del intestino irritable, los especialistas se basan en una minuciosa revisión de la historia clínica y los antecendentes médicos para dar con el diagnóstico. Asimismo, se realiza un examen físico y pruebas como la colonoscopia para descartar otras patologías orgánicas que puedan atribuirse a esos síntomas.
Tras la confirmación de la sospecha de colon irritable, la primera recomendación por parte de los expertos es la de realizar cambios en el estilo de vida. El Hospital de la Universidad de Navarra sugiere algunas de ellas:
- Coma despacio y procure masticar bien los alimentos.
- Haga una dieta pobre en grasas y rica en proteinas.
- Aumente la ingesta de agua (1,5-2 litros), sobre todo si predomina el estreñimiento.
- Evite los alimentos que usted note que le desencadenan los episodios de dolor abdominal.
- Los que más pueden perjudicarle son especias, alcohol, sopas de sobre, cacao, derivados lácteos, quesos, yogurt, bollería, pasteles, helados, mantequilla, bebidas gaseosas...
- Aumente el consumo de alimentos ricos en fibra.
- Puede utilizar suplementos de salvado de trigo, mezclado con líquidos o alimentos.
- Si predomina la diarrea, evite los derivados lácteos, café, té y chocolate. Opte por tomar leche de almendras o de alguna otra fuente vegetal.
- Evite los alimentos flatulentos y las bebidas con gas: col, coliflor, garbanzos, lentejas, coles de Bruselas, cebollas, puerros, guisantes, frutos secos...
- Realice 30 minutos diarios de ejercicio físico suave, como caminar o nadar.
- Procure mantener un horario fijo de comidas e intente evacuar siempre a la misma hora y sin prisas, preferiblemente después del desayuno.
- Puede aliviar el dolor abdominal con calor local suave.
- Puede ayudarle practicar técnicas de relajación para combatir el estrés.
Los jugos más efectivos para desinflamar el colon
En caso de sufrir una inflamación, es necesario realizar una limpieza oportuna para garantizar el bienestar intestinal a través de bebidas naturales. El portal Mundo Deportivo da a conocer una serie de ellos. No obstante, antes de ingerir alguno, lo mejor será consultar con un profesional de la salud.
Jugo de fresa, piña y perejil
El zumo de fresa, piña y perejil, puede llegar a desinflamar el colon, bajar de peso y eliminar toxinas, debido a que es un jugo que se caracteriza por sus propiedades diuréticas y antioxidantes.
Ingredientes:
- Seis fresas.
- Una rodaja de piña natural.
- Una cucharada de perejil fresco.
Preparación:
- Mezclar todos los ingredientes en una licuadora.
- Añadir un poco de agua y licuar.
- Ingerir en ayunas cada día de la semana.
Jugo de aloe vera, piña y pepino
Este jugo natural cuenta con ingredientes naturales más depurativos, motivo por el cual ayudará a bajar de peso y lucir una figura mucho más desinflamada.
Ingredientes:
- Una rodaja de piña natural.
- Medio pepino sin pelar.
- Una manzana pequeña (verde o roja).
- Media hoja de aloe vera.
- Zumo de naranja (opcional).
Preparación:
- Cortar la piña y el pepino.
- Retirar el corazón de la manzana
- Agregar todos los ingredientes en una licuadora.
- Añadir un vaso con agua y licuar.
- Luego, agregar el zumo de naranja (opcional).
- Beber dos veces al día, una en ayunas y otra en horas de la tarde durante siete días.