Comerse las uñas es un hábito común que afecta a personas de todas las edades y géneros. Desde el estrés hasta la ansiedad, pasando por el aburrimiento, son razones detrás de este comportamiento complejo. Sin embargo, superar este hábito no es imposible.
Causas que provocan comerse las uñas
El primer paso para eliminar el hábito de comerse las uñas es comprender sus raíces. Para muchas personas este comportamiento surge como una forma de lidiar con el estrés o la ansiedad. El acto de morder las uñas puede proporcionar un alivio temporal, pero a largo plazo puede causar daños en ellas y en la piel que las rodea.
Otros factores que pueden contribuir a este hábito son el aburrimiento, la inseguridad y la imitación de modelos a seguir, como padres o amigos.
Estrategias efectivas para evitarlo
Afortunadamente, existen diversas estrategias que pueden ayudar a las personas a dejar de comerse las uñas . Una de las técnicas más efectivas es la conciencia plena de no hacerlo, que implica prestar atención deliberada al hábito y a las emociones que lo desencadenan.
Al identificar los momentos en los que se siente tentada a morderse las uñas, una persona puede desarrollar estrategias alternativas para lidiar con el estrés o la ansiedad, como la respiración profunda o la práctica de ejercicios de relajación.
Además, mantener las uñas cortas y limpias puede ayudar a reducir la tentación de morderlas. El uso de esmalte con un sabor desagradable también puede ser útil, ya que crea una asociación negativa con el hábito. Para algunas personas, el apoyo de amigos, familiares o un terapeuta puede ser fundamental para superar esta conducta.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.