La avena no es solo un producto para consumir en el desayuno y suplir otros cereales, sino que tiene muchos más usos que tienen gran impacto en la salud y el proceso metabólico de quienes consumen ese alimento de manera natural. Para adquirir sus propiedades no es necesario que se haga una misma receta todos los días o complejas preparaciones para comer de forma sana.
En ese sentido, el agua de avena puede ser un gran aliado para mantener una alimentación simple y nutritiva. Además de que su sabor es muy agradable y se puede variar en la preparación con algunos ingredientes para adicionar un poco de sabor.
Las propiedades del agua de avena se deben a que tiene una gran cantidad de fibra. Por ello, es uno de los cereales integrales que más se destaca por su alto contenido, que es de 5,6 gramos por cada 100 gramos de ese producto, según lo indica la Fundación Española de la Nutrición.
Además, ese cereal es uno de los mejores de la clase integral porque proporciona proteína de bajo coste y la aporta en grandes cantidades, aunque se consuma en pequeñas porciones. La avena posee 11,7 gramos de proteínas, por cada 100 gramos.
Asimismo, la cantidad de fibra y proteínas tiene un alto valor energético, porque en cada 100 gramos, también es posible encontrar 361 kilocalorías, agua, carbohidratos, lípidos y ácidos grasos; vitaminas como tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B6, folato y vitamina E. Así como minerales, como calcio, hierro, yodo, magnesio, zinc, sodio, potasio, fósforo y selenio.
De otro lado, es necesario que se planee una estrategia alimenticia con ayuda de un profesional de la nutrición para aprovechar sus compuestos y evitar cualquier uso poco recomendado de este alimento.
A continuación encontrará la forma clásica de preparar el agua de avena para aprovechar todas sus propiedades, y solo necesitará dos ingredientes de bajo costo. Esta preparación se puede consumir en ayunas a modo de desayuno para iniciar el día y hacer ejercicio o cualquier actividad.
Los ingredientes para tres porciones serán 6 tazas de agua (1,2 litros) y una taza de avena en hojuelas (100 gramos). Para la preparación deberá hervir una parte del agua sola, retirar del calor y añadir las hojuelas de avena para dejar en remojo durante 30 minutos.
Luego, debe mezclar todo en una licuadora junto con el resto del agua y cuando quede un líquido homogéneo, ya estará lista para consumir. Si gusta, puede colocar hielos y endulzarla con lo que prefiera.