Las fracturas óseas son una de las lesiones más comunes que pueden afectar a cualquier persona, desde niños hasta adultos mayores. Esta condición se da cuando hay ruptura o discontinuidad en la estructura de un hueso. Esta ruptura puede variar desde una pequeña fisura hasta una fractura completa que divide el hueso en dos o más partes. Las fracturas pueden clasificarse en varios tipos según su gravedad y forma, tales como:

  • Fractura simple: Donde el hueso se rompe en una sola línea sin atravesar la piel.
  • Fractura compuesta (abierta): Donde el hueso rompe la piel y queda expuesto, aumentando el riesgo de infección.
  • Fractura conminuta: Donde el hueso se rompe en varios fragmentos.
  • Fractura por compresión: Común en huesos como la columna vertebral, donde el hueso se aplasta.
Una fractura por estrés o sobrecarga es una ruptura en el hueso que se desarrolla por la aplicación prolongada o repetitiva de fuerza sobre este. La sobrecarga repetitiva debilita al hueso hasta que este finalmente se rompe. | Foto: Getty Images

¿Cuándo se produce una fractura?

Las fracturas ocurren cuando un hueso recibe una fuerza mayor a la que puede soportar. Esto puede suceder en diversas situaciones y las principales causas de las fracturas incluyen:

  • Trauma Directo: Golpes fuertes o caídas que aplican una fuerza excesiva directamente sobre el hueso.
  • Trauma Indirecto: Fuerzas aplicadas a otras partes del cuerpo que se transmiten al hueso, como al caer sobre una mano extendida.
  • Torsión: Movimientos bruscos que causan que el hueso gire de manera anormal.
  • Presión Repetitiva: Actividades repetitivas que causan microdaños acumulativos en los huesos, como correr largas distancias.
  • Enfermedades: Condiciones médicas que debilitan los huesos, como la osteoporosis, que reduce la densidad ósea.

Síntomas de las fracturas

Los síntomas de una fractura pueden variar según la ubicación y gravedad de la ruptura, pero generalmente incluyen:

  • Dolor Intenso: Inmediato y localizado en el área afectada.
  • Inflamación: Hinchazón alrededor del sitio de la fractura.
  • Deformidad: El área puede lucir deformada o fuera de su alineación normal.
  • Incapacidad de moverse: Dificultad o imposibilidad de mover la extremidad afectada.
  • Moretones: Descoloramiento de la piel alrededor del área debido a sangrado interno.
  • Sensibilidad: Dolor al tocar o presionar la zona lesionada.
Puede ser difícil diferenciar un hueso dislocado de uno fracturado. Sin embargo, ambos son situaciones de emergencia y las medidas de primeros auxilios básicos son las mismas. | Foto: Getty Images

Cómo actuar frente a una fractura

Saber cómo actuar ante una fractura puede marcar una gran diferencia en la recuperación del afectado. Aquí hay pasos esenciales a seguir:

- Evaluar la situación

- Inmovilizar la fractura

  • No intente mover al herido: Mover a una persona con una fractura grave puede empeorar la lesión.
  • Use una férula: Si tiene acceso a una férula, úsela para inmovilizar la extremidad afectada. Asegúrese de que la férula abarque las articulaciones por encima y por debajo de la fractura.
  • Improvise si es necesario: Si no tiene una férula, utilice objetos como revistas, tablas o incluso ropa enrollada para inmovilizar el área.

- Aplicar hielo

Coloque una bolsa de hielo sobre el área lesionada para reducir la inflamación y el dolor. No coloque hielo directamente sobre la piel; envuélvalo en una tela o una bolsa de plástico.

- Buscar atención médica

Lleve al herido a un centro de salud lo antes posible. Los profesionales médicos realizarán radiografías y otros exámenes para evaluar la fractura y determinar el tratamiento adecuado, que puede incluir yesos, férulas, o en algunos casos, cirugía.

El tratamiento de las fracturas depende del tipo y gravedad de la lesión, e incluye por ejemplo el uso de yesos o férulas para mantener el hueso en su lugar mientras sana. | Foto: Getty Images

Tratamiento y recuperación

El tratamiento de las fracturas depende del tipo y gravedad de la lesión, e incluye:

  • Inmovilización: Usar yesos o férulas para mantener el hueso en su lugar mientras sana.
  • Rehabilitación: Ejercicios y fisioterapia para recuperar la fuerza y movilidad de la extremidad afectada.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.