El ajo, una planta de la familia Liliáceas conocida científicamente como Allium sativum, es un alimento ampliamente cultivado en China y otras regiones orientales. Además de su característico aroma y sabor, el ajo es conocido por sus extraordinarias propiedades para la salud, convirtiéndose en un elemento que debería estar presente en cualquier dieta alimenticia.

Una de las propiedades medicinales más destacadas del ajo es su capacidad para desintoxicar el hígado de sustancias tóxicas acumuladas en el organismo. Esto se debe a su composición nutricional rica en vitaminas, minerales, aceites esenciales y aminoácidos.

Entre las vitaminas que contiene, se destacan la vitamina B6 y la vitamina C, que contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la circulación sanguínea.

Al ajo y a la miel se les atribuyen propiedades medicinales que pueden ser muy útiles para la salud del organismo. | Foto: Getty Images

El contenido de flavonoides en el ajo, como la quercetina, la rutina, el kaempferol y la apigenina, le confiere propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, fundamentales para proteger y limpiar el hígado. Además, el ajo cuenta con minerales esenciales como el potasio, el calcio, el selenio, el manganeso y el fósforo, que contribuyen al buen funcionamiento del organismo.

Asimismo, los aceites esenciales presentes en el ajo le otorgan propiedades antibióticas naturales.

Gracias a estas propiedades, el ajo puede ayudar a mantener el hígado libre de bacterias y hongos que podrían causar intoxicación u otras afecciones más graves.

El ajo también es conocido por sus efectos diuréticos, lo que favorece la eliminación de toxinas y líquidos acumulados en el hígado a través de la orina. Esta capacidad desintoxicante es clave para mantener el hígado limpio y saludable.

Asimismo, el ajo fortalece el sistema inmunitario gracias a su contenido de aminoácidos, vitamina B6 y los ya mencionados flavonoides. Estos componentes ayudan a proteger tanto el hígado como el resto del organismo de posibles infecciones o enfermedades.

El ajo tiene muchas propiedades que favorecen la salud del organismo. | Foto: KevinDyer/Getty Images

Si desea utilizar el ajo para limpiar el hígado, puede seguir este sencillo remedio casero. Para desarrollarlo necesitará una cabeza de ajos, miel de romero orgánica y un tarro de cristal.

Para preparar el remedio, pele los dientes de ajo y parta cada uno por la mitad o aplástelos un poco para facilitar la absorción de sus propiedades. Coloque todos los dientes de ajo en el fondo del tarro de cristal y agregue la miel orgánica hasta llenar completamente el recipiente. Asegúrese que no haya burbujas de aire en la mezcla y cierre bien el tarro con su tapa.

Deje reposar la mezcla en un lugar seco y oscuro durante una semana para que las propiedades del ajo impregnen la miel. Después de ese tiempo, el remedio estará listo para su consumo.

Cabe anotar que siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tratamiento o remedio casero, especialmente si se tienen condiciones médicas preexistentes.

A estos dos ingredientes se les atribuyen propiedades medicinales que pueden ser muy útiles para la salud del organismo. | Foto: Getty Images

El ajo es un ingrediente versátil que puede incorporarse en una amplia variedad de platos. Aquí algunas opciones para prepararlo:

En platos cocinados: Puede agregar ajo picado o triturado a guisos, sopas, salsas, salteados, arroces, pastas, verduras asadas, carnes y aves, entre otros platos.

Pan de ajo: Prepare una mezcla de ajo triturado con mantequilla y perejil, úntela en rebanadas de pan y hornéelas para obtener un pan de ajo.

Salsas y dips: Puedes hacer salsas con ajo como el alioli, la salsa tzatziki, la salsa de yogur con ajo o la salsa chimichurri.

Aperitivos y tentempiés: Incorpore ajo en preparaciones como hummus, paté de garbanzos, olivas aliñadas o en mezclas de frutos secos.

Infusiones de ajo: Puedes hacer una infusión de ajo hirviendo unos dientes de ajo en agua caliente. Agregue limón y miel para mejorar el sabor.

Saborizante para aceite: Coloca dientes de ajo pelados en una botella de aceite de oliva y déjelos reposar para infusionar el aceite con el sabor del ajo.