La esteatosis hepática, más conocida como hígado graso, se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado debido a diversos factores como el consumo elevado de grasas en la dieta, la presencia de condiciones de salud como el colesterol elevado o la resistencia a la insulina, así como el abuso de alcohol. Esta acumulación de grasa puede tener un impacto significativo en la salud y el funcionamiento del hígado.

Mientras que implementar cambios profundos en la dieta y los hábitos de vida es esencial para tratar esta afección, también se han explorado soluciones naturales que pueden brindar beneficios en este proceso de recuperación.

El hígado graso es una enfermedad silenciosa a la que se debe prestar atención para evitar complicaciones mayores. | Foto: Getty Images

Té de diente de león para el hígado graso

Entre las opciones de infusiones recomendadas para abordar el hígado graso, el diente de león se destaca como una excelente elección. Esta planta, conocida por sus propiedades depurativas, desempeña un papel crucial en la eliminación de toxinas del organismo y contribuye a regular la acumulación de grasa en el hígado de manera efectiva. Además de su acción en la salud hepática, el diente de león también ofrece la ventaja de ayudar en la regulación de los niveles de colesterol elevado, lo que contribuye a mantener una función cardíaca saludable.

Adquirir diente de león no representa un desafío, ya que es comúnmente disponible en tiendas naturales y herbolarios. La preparación de la infusión es sencilla: basta con agregar una cucharada de diente de león a una taza de agua caliente. Después de dejar reposar la mezcla durante aproximadamente cinco minutos, estará lista para ser consumida. Se recomienda ingerir esta infusión hasta dos veces al día: por la mañana y en la noche, idealmente después de cada comida, para obtener los beneficios óptimos para la salud hepática.

¿Qué personas deben abstenerse de consumir el diente de león?

  • Los pacientes con cálculos en la vesícula.
  • Quienes sufren de úlceras, gastritis o acidez.
  • Las personas que consumen diuréticos, litio o suplementos con potasio.
  • Mujeres embarazadas o lactando.

¿Cómo hacer infusión de Diente de León?

  • Hervir el agua y retirar del fuego
  • Añadir 2 cucharadas de hojas y raíces de diente de león secas por cada taza de agua
  • Tapar y dejar reposar 10 minutos antes de tomar.
  • Se puede endulzar con miel.
  • Se pueden tomar hasta 3 tazas por día.
El té de diente de león tiene muchas propiedades para la salud. | Foto: vvvita

Otras infusiones para el hígado graso

Té de cardo mariano

Un efectivo recurso de origen natural para combatir el hígado graso es el té elaborado a partir del cardo mariano, también conocido por su denominación científica Silybum marianum. Esta planta destaca por sus propiedades astringentes, las cuales desempeñan un papel fundamental en la mejora de la digestión y el estímulo del apetito. Además, el cardo mariano ha demostrado su capacidad para aliviar síntomas comunes asociados a la enfermedad hepática, tales como la pérdida de apetito, la sensación de mareo y los episodios de vómito.

Ingredientes
  • 2 cucharadas de semillas de cardo mariano;
  • 2 tazas de agua.
Modo de preparación

Colocar el agua a hervir y luego añadir las semillas de cardo mariano. Dejar reposar durante 15 minutos, colar y beber 30 minutos antes de las comidas.

Jugo de melón y menta

La menta, una hierba medicinal de amplio uso, se destaca por su eficacia en el tratamiento de trastornos digestivos, gracias a su contenido de compuestos amargos que tienen un efecto revitalizador en la salud hepática y de la vesícula. Esta planta ofrece alivio para síntomas como los mareos y la hinchazón abdominal, mejorando así la función digestiva y contribuyendo al bienestar general.

Ingredientes
  • ¼ de melón;
  • 1 puñado de menta.
Modo de preparación

Añadir los ingredientes en la licuadora y batir hasta obtener una mezcla homogénea y con pequeños trozos de menta. Si es necesario, añadir un poco de agua para que el jugo quede un poco más líquido. Por último, beber el jugo recién preparado.

Té de alcachofa, infusuón natural que ayuda a la buena digestión | Foto: Getty Images

Té de alcachofa

El té de alcachofa se destaca por su contenido antioxidante, en el que se incluyen compuestos como la cinarina y la silimarina. Estos antioxidantes son valiosos aliados para resguardar la salud hepática de los efectos perjudiciales generados por los radicales libres. Además de esta protección, estos compuestos también desempeñan un papel fundamental al fomentar la regeneración de células hepáticas nuevas y saludables.

Ingredientes
  • 1 litro de agua;
  • 1 cucharadita (de 5g a 6g) de hojas secas de alcachofa.
Modo de preparación