Esta refrescante fruta, también llamada ‘fruto de la pasión’ tiene muchos adeptos al rededor del mundo gracias a su sabor dulce y ácido y a su versatilidad, ya que se puede consumir en jugo, en postres, para hacer salsas y otras muchas maneras.
Aunque es una fruta muy común en Colombia y otros países tropicales, hoy en día es exportada a muchas regiones por el hecho de que se descubrió un nuevo uso para este alimento. El maracuyá tiene gran contenido de flavonoides, vitamina A y C, potasio y magnesio, además de aportar buenas cantidades de fibras, por lo que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre y cuidar la salud del corazón.
Existen diversos tipos de maracuyá, como maracuyá morado, maracuyá dulce y también ácido, que se diferencian en el color de la cáscara, en la pulpa y en el sabor. Las hojas, flores y pulpa de este fruto pueden ser usados en forma de jugo o té. Con la cáscara se puede preparar harina para agregar en los alimentos y las flores se utilizan para la preparación de suplementos en cápsulas.
Un beneficio desconocido
Además de su sabor, versatilidad y nutrientes que sanan enfermedades, el maracuyá tiene propiedades que ayudan a bajar de peso. Esta fruta es baja en calorías, ya que aporta aproximadamente 70 calorías por cada 100 gramos consumidos.
Como la cáscara del maracuyá es rica en fibras, especialmente en pectinas, ayuda a disminuir la velocidad de la digestión de los alimentos, aumentando la saciedad entre las comidas, favoreciendo en la pérdida de peso. Además de esto, el maracuyá tiene un efecto relajante que puede mejorar los problemas de compulsión alimentaria.
De la misma manera, su cantidad de fibra es muy efectiva para combatir el estreñimiento y eliminar los desechos que se quedan en el colon cuando las personas padecen esta molesta afección. Además de esto, la pectina de la cáscara del maracuyá sirve de alimento para las bacterias benéficas de la flora intestinal, favoreciendo el buen funcionamiento del intestino.
Por otro lado, al contener altas cantidades de antioxidantes, como los flavonoides y antocianinas, el maracuyá beneficia la salud de las arterias e impide la formación de radicales libres, previniendo así enfermedades crónicas, como la aterosclerosis, infarto de miocardio, presión alta y derrame cerebral.
Adicionalmente, la pulpa y la cáscara de esta fruta, también al ser ricas en fibras, promueven la reducción de absorción de grasas de los alimentos en el intestino, de los cuales puede mejorar niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
Diferentes preparaciones
Esta fruta, como se mencionó anteriormente, se puede preparar múltiples maneras, sin embargo, si la intención es bajar de peso, le dejamos algunas opciones que pueden ser de beneficio.
Té de maracuyá
Colocar dos cucharadas de té negro en una tetera en un litro de agua y calentar hasta que esté a punto de hervir. Apague el aparato y deje enfriar por cuatro a seis minutos. Posteriormente, le agrega la pulpa de dos maracuyás y filtrar antes de servir. Cuando esté tibio podrá disfrutar de su sabor y beneficios.
Jugo de maracuyá
Coloque aproximadamente un litro de agua en la licuadora (dependiendo su capacidad) con la pulpa de dos maracuyás y mezcle muy bien hasta que todo esté completamente diluido. Posteriormente, cole muy bien y sirva, al ser ácido, puede agregar una cucharadita de miel para endulzar.
Batido adelgazante
Para esta preparación se toma la pulpa de un maracuyá y se agrega a la licuadora con media piña pequeña partida en pedazos pequeños. Si es necesario, agregue un poco de agua y licue hasta que quede una mezcla cremosa y espesa.
Este batido se debe consumir en el menor tiempo posible para que tenga un mejor efecto. Además, sirve como diurético, por lo que ayuda a orinar y eliminar la retención de líquidos.