Desde hace siglos la influenza ha estado presente en el mundo y ha ido transformándose con el paso del tiempo. Las referencias más antiguas de la influenza aviar corresponden a 1880, cuando se diferenció la “plaga de las aves” del cólera de las aves. Años después, entre 1918 y 1919, la pandemia de influenza “española” por el virus H1N1 mató a aproximadamente 50 a 100 millones de personas en todo el mundo. Si bien el virus no se aisló durante ese año, la tecnología disponible posteriormente determinó su secuencia genética y se concluyó que se trató de un virus H1N1 del tipo aviar.

La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los virus del mismo nombre que infecta la nariz, la garganta y, en algunos casos, los pulmones. El virus puede causar una enfermedad leve o grave y en ocasiones puede llevar a la muerte. La infección dura, por lo general, una semana y se transmite con facilidad de una persona a otra a través de pequeñas partículas expulsadas en la tos o los estornudos. Además, suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales.

El Ministerio de Salud y Protección Social asegura que en Colombia la Influenza causa al año alrededor de 20.000 hospitalizaciones en UCI.

La temporada de influenza es un período que se repite anualmente y se caracteriza por un brote fuerte (una epidemia menor). Los meses en los que se presenta dependen de la región y la temporada de lluvias de cada país y, en general, puede extenderse hasta seis semanas desde su inicio.

En Colombia, por ejemplo, la temporada de influenza se presenta en abril y septiembre. Por esta razón, la farmacéutica GSK comparte información clave sobre esta enfermedad para poder identificarla, darle un tratamiento adecuado y visibilizar la importancia de la vacunación.

¿Cuál es el impacto de la influenza?

De acuerdo con la agencia nacional pública de Estados Unidos, Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), entre el 1 de octubre de 2022 y el 18 de marzo de 2023 se registraron de 26 a 50 millones de enfermos por influenza en el mundo; entre 12 y 25 millones de consultas médicas por el virus; entre 290.000 y 630.000 casos de hospitalizaciones por influenza y alrededor de 18.000 a 56.000 casos de muerte por esta enfermedad.

En Colombia, de acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Salud, para el 2019 se analizaron 13.547 muestras de laboratorio para Influenza y otros virus respiratorios. Del total de muestras analizadas, el 45.7 % arrojaron resultado positivo: 1.316 (21.2 %) positivas para influenza y 4.882 (78.7 %) positivas para otros virus respiratorios. Además, de acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social se estima que la Influenza causa al año alrededor de 20.000 hospitalizaciones en UCI.

En la mayoría de los casos, los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas aquejadas de otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar graves complicaciones de la enfermedad subyacente, provocar neumonía o causar la muerte.

Dentro de las complicaciones que puede tener la influenza se incluyen la neumonía bacteriana, infecciones del oído, sinusitis y agravamiento de las afecciones crónicas como insuficiencia cardiaca congestiva, asma o diabetes.

Síntomas y posibles complicaciones

La enfermedad que causa la influenza puede ser de leve a moderada; generalmente es repentina y las personas presentan tos, fatiga, malestar, dolor en los músculos y articulaciones, dolor de cabeza, dolor de garganta, secreción nasal, fiebre y escalofríos. Algunas personas pueden tener vómito y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos.

Es importante aclarar que no es posible diferenciar la influenza del COVID-19 o de otras enfermedades respiratorias solo por los síntomas, pues algunos de ellos presentan la misma sintomatología. Ambas son enfermedades respiratorias contagiosas, pero son provocadas por virus diferentes. Algunas pruebas PCR diferencian entre la influenza y el COVID-19 y por esto es necesario acudir a la atención médica en caso de presentar síntomas.

Dentro de las complicaciones que puede tener la influenza se incluyen la neumonía bacteriana, infecciones del oído, sinusitis y agravamiento de las afecciones crónicas como insuficiencia cardiaca congestiva, asma o diabetes. Cualquier persona puede contraer la influenza -incluso los más sanos- y los problemas de salud graves pueden surgir a cualquier edad. Sin embargo, algunos tienen mayor riesgo de presentar complicaciones graves a causa de esta: a partir de los 65 años o de cualquier edad con ciertas afecciones crónicas (como asma, diabetes o enfermedades cardíacas), mujeres embarazadas, y niños menores de 5 años.

¿Por qué es importante la vacunación?

Es recomendable vacunarse cada año contra la influenza debido a que los tipos de virus que circulan en la temporada cambian de un año a otro.

La medida más importante y eficaz en la prevención contra la influenza es vacunarse cada año. Se ha demostrado que la vacuna reduce la aparición de enfermedades relacionadas con la influenza y también el riesgo de sufrir complicaciones graves a causa de esta.

¿Por qué debemos vacunarnos cada año? Porque los tipos de virus que circulan en la temporada cambian de un año a otro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la encargada de indicar cuál es la cepa que, según investigaciones, circulará con mayor frecuencia en cada temporada.

En Colombia, las vacunas contra la influenza se aplican gratis a través del Plan Ampliado de Inmunizaciones a niños y niñas entre los 6 y 23 meses de edad, a mujeres en embarazo a partir de su semana 14, a personas mayores de 60 años y a población con diagnóstico de riesgo de sufrir complicaciones graves a causa del contagio de influenza.

¿Qué otras medidas de prevención existen?

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, CDC, también recomiendan otras medidas preventivas cotidianas como: mantenerse alejados de las personas que están enfermas, lavarse las manos con frecuencia y cubrirse al toser y estornudar, para contribuir a disminuir la propagación de gérmenes que causan enfermedades respiratorias como la influenza.