El virus del papiloma humano es una infección común que comprende una familia de varios subtipos de virus –algunos de alto y otros de bajo riesgo– que pueden desaparecer por sí solos, pero que si persisten o no se detectan y tratan a tiempo, pueden derivar en enfermedades más graves como el cáncer de cuello uterino.

Se estima que casi el 80% de la población va a sufrir una infección por virus del papiloma humano en algún momento de su vida. Es por esto que toman relevancia las medidas de prevención y detección temprana.

Según la Organización Mundial de la Salud, el 99% de los cánceres de cuello uterino están relacionados con este virus.

Actualmente existe una prueba diagnóstica –tipo PCR– denominada tipificación viral, que representa un reciente avance en la detección temprana del cáncer de cuello uterino, ya que puede identificar la presencia de una infección en las mucosas provocada por algún tipo de virus del papiloma humano capaz de producir cáncer.

“En la Clínica del Country tenemos un equipo multidisciplinario para la atención integral del cáncer ginecológico en cada fase de prevención, incluido el examen de tipificación viral; adicionalmente, cuando la paciente es diagnosticada ofrecemos una atención de calidad mediante tratamientos de mayor complejidad como cirugía, quimioterapia, radioterapia e intervenciones en dolor y cuidados paliativos” explica el doctor Henry Rodríguez, coordinador de Ginecología Oncológica de la Clínica del Country.

El cáncer de cuello uterino registró 600 mil nuevos casos y 350.000 muertes en el mundo en el año 2020; en Colombia tiene una incidencia de 14.9 y una mortalidad de 7.4 por cada 100 mil mujeres.

¿En qué consiste la prueba de tipificación viral?

La tipificación viral es una prueba diagnóstica indicada en mujeres mayores de 30 años, que muestra si la presencia del virus tiene el potencial de convertirse en una lesión precancerosa o cancerosa de cuello uterino.

Generalmente los síntomas asociados al cáncer de cuello uterino aparecen después de 3 a 5 años de contraer la infección, cuando las mujeres están en un rango de edad entre 35 a 45 años y el tumor se encuentra en un estado avanzado; los más habituales comprenden flujo abundante o de mal olor, sangrado irregular, dolor pélvico y/o dolor durante la actividad sexual.

Por eso, la tipificación viral es una prueba diagnóstica indicada en mujeres mayores de 30 años, que muestra si la presencia del virus tiene el potencial de convertirse en una lesión precancerosa o cancerosa de cuello uterino, lo que permite al especialista tomar decisiones más acertadas sobre la atención médica que requiere la paciente. Este examen no implica ningún riesgo en la salud y los especialistas recomiendan que las mujeres de este grupo de edad lo realicen cada cinco años.

¿Qué se debe tener en cuenta sobre la vacuna contra el VPH?

Existen otras medidas de autocuidado que se deben tener en cuenta como complemento a la vacunación más no reemplazan la misma como la citología vaginal. | Foto: Freepik.com

Al tratarse de una infección transmitida principalmente por contacto íntimo, lo ideal es aplicar la vacuna tanto a hombres como a mujeres antes del inicio de su vida sexual. De acuerdo con el doctor Rodríguez, la infección por VPH está ampliamente difundida en la población y la posibilidad de estar en contacto con el virus una vez se inicia actividad sexual es alta: “cuando se genera el contagio suele aclararse espontáneamente y desaparecer en la mayoría de las pacientes, sin embargo, en algunos casos se genera una lesión cancerosa cuando el virus permanece mucho tiempo en el tejido”.

Existen otras medidas de autocuidado que se deben tener en cuenta como complemento a la vacunación más no reemplazan la misma como la citología vaginal -en mujeres menores de 30 años para identificar células anormales en el cuello del útero-, otras medidas como la colposcopia (biopsias), la consulta preventiva y visitar de manera precoz al especialista son la clave para protegerse contra el riesgo de cáncer de cuello uterino.

“El VPH puede ocasionar patologías como lesiones verrugosas y se asocia a casi todos los tipos de cánceres de la zona genital. Sin embargo, el cáncer de cuello uterino es de los pocos que se pueden prevenir mediante vacunación, pruebas diagnósticas y de tamizaje que previenen o detectan de manera precoz la presencia del virus antes de que pueda convertirse en cáncer”, concluye el coordinador de Ginecología Oncológica de la Clínica del Country.