En los últimos años, el consumo de bebidas energizantes ha aumentado significativamente alrededor del mundo. Sin embargo, muy pocas personas tienen conocimiento de los efectos perjudiciales que pueden proporcionar debido a los ingredientes que la componen.

De acuerdo con el portal especializado kidshealth, estas bebidas abarcan cualquier líquido, desde las bebidas deportivas hasta las que contienen altas dosis de cafeína, pasando por las aguas vitaminadas.

“Todas ellas contienen ingredientes añadidos que prometen aportar un plus, como incrementar el nivel de alerta y de energía, favorecer la nutrición e, incluso, aumentar el rendimiento deportivo”, sostienen los expertos kidshealth.

En su mayoría, las bebidas energéticas contienen altas dosis de cafeína y taurina. | Foto: Getty Images/ Peter Dazeley

Gracias a sus promesas de marketing, su consumo se da con mayor frecuencia en personas jóvenes, en especial en épocas de alta tensión, donde requieren un mejor rendimiento a la hora de practicar un deporte o sobrellevar un periodo de parciales en el caso de los estudiantes.

Igualmente, Michael Cusimano, neurocirujano del St. Michael’s Hospital, acota que una práctica frecuente entre este segmento de personas es la “combinación con alcohol para evitar sus efectos sobre el sistema nervioso simpático”.

En ese sentido, antes de señalar los efectos adversos de las bebidas energizantes, es pertinente destacar que, en su mayoría, contienen taurina. Desde FisioClinics Logroño, advierten que la taurina, a diferencia de la mayoría de los aminoácidos, no se incorporan las proteínas, es decir, que existe como un aminoácido libre y es uno de los aminoácidos más abundantes en el músculo, las plaquetas y el sistema nervioso en desarrollo.

Además, sostienen que existe evidencia científica que indica que un tiempo de estrés prolongado, como durante el ejercicio físico, las reservas de este aminoácido pueden estar disminuidas.

Cabe destacar que durante 12 años, el Gobierno Francés eliminó la comercialización de Red Bull debido a un estudio que encontró que ratas alimentadas con taurina tenían un comportamiento errático que incluía ansiedad, irritabilidad, alta sensibilidad al sonido y automutilación.

Daños a la salud

Las bebidas energizantes como las fabricadas por Monster Energy contienen estimulantes como cafeína, guaraná y ginseng.

Recientemente se ha encontrado que las bebidas energéticas generan efectos a largo plazo en la salud de sus consumidores. De hecho, un estudio revelado por la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, señala que el resultado principal, tras su consumo, es el aumento en los niveles de adrenalina, lo que también provoca un aumento en la frecuencia cardíaca. Pero, además de producir mayores niveles de atención, entre sus efectos adversos se encuentran: la irritabilidad y la ansiedad.

Investigadores de la institución destacaron que, tras la ingesta de la bebida, se producen alzas y bajas repentinas de los niveles de cafeína en el cuerpo. Por eso, unas 12 a 24 horas posteriores a su ingesta aparece el síndrome de abstinencia.

Por otro lado, un estudio realizado en la Universidad de Bonn, en Alemania, corrobora que una hora después del consumo las contracciones cardíacas aumentan notablemente y la adrenalina se eleva.

Dato inquietante

Entre los resultados más reveladores se encuentra el publicado por la revista científica PLOS ONE, el cual señala que las lesiones cerebrales graves eran siete veces más frecuentes en aquellos pacientes que la semana anterior habían consumido cinco o más dosis de bebidas energéticas.

Por ello, es importante que los consumidores reduzcan el consumo de este tipo de bebidas. El doctor Cusimano, neurocirujano del St. Michael’s Hospital, expresó su preocupación porque este tipo de lesiones son cada vez más frecuentes en personas jóvenes.

Las bebidas energizantes han sido prohibidas en varios países europeos por sus múltiples efectos negativos sobre la salud.

Por su parte, la doctora Liane Schmidt y su equipo de trabajo publicó un artículo en la revista bioRxiv en el cual dieron a conocer los resultados de un experimento. En este, un grupo de voluntarios tomó bebidas energizantes y otro un refresco corriente.

Ninguno de los participantes sabía que estaban bebiendo en realidad, pero todos creían que se traba de energizantes. Tras la ingesta, se les realizó una prueba para evaluar su desempeño cognitivo. Todos mejoraron respecto a un test hecho previamente. Es decir que el efecto placebo también funcionó en esta ocasión.