En la actualidad, muchos alimentos son ricos en proteínas, además, existen suplementos para adquirir más de estos nutrientes fundamentales en la alimentación humana. Las proteínas pueden clasificarse, según su fuente, en animales y vegetales. Ambas son adecuadas y recomendables para seguir una dieta saludable y equilibrada.
Las carnes contienen proteínas de buena calidad, hierro y zinc, esenciales para el funcionamiento del organismo y para prevenir enfermedades. Sin embargo, “las carnes rojas de vacuno, cordero y cerdo, las vísceras (riñones, hígado, sesos) contienen grasas saturadas y colesterol. El pescado, por el contrario, contiene grasas que ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares”, señala una guía de nutrición publicada en el portal de la FAO.
Debido a la importancia de estos nutrientes, muchas personas se preguntan cuál es la cantidad adecuada que se debe consumir a diario, por ello la nutricionista Azmina Govindji habló sobre el tema en The Sun.
Lo primero que se debe saber es cuál de los tipos de proteína que consumirá. De acuerdo a la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), las proteínas de origen animal aportan todos los aminoácidos que el cuerpo necesita, por ende son más fáciles de digerir; por otra parte, las que son de origen vegetal no aportan las cantidades necesarias de aminoácidos que el cuerpo requiere.
“Legumbres, cereales, granos enteros, frutos secos, frutas y verduras son las principales fuentes de proteína de origen vegetal, pero su porcentaje de aporte varía en gran medida de unos a otros; ya que ninguno de estos alimentos contiene por sí solo todos los aminoácidos necesarios, por ende será esencial incorporarlos en su totalidad en la dieta y más cuando no se consume proteína de origen animal”.
Además, el portal MedlinePlus, Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explica que “las altas proteínas y otros nutrientes de las legumbres las convierten en una excelente opción en lugar de la carne y los productos lácteos. Los vegetarianos a menudo sustituyen la carne por legumbres”.
Según la misma entidad, las legumbres pueden ayudar a tratar varias enfermedades crónicas, entre ellas, la diabetes, los problemas cardíacos, el colesterol, la hipertensión e, incluso, la obesidad, por ello, se deben consumir con moderación y de acuerdo con las indicaciones de su nutricionista. Algunos ejemplos de cantidades son:
- 160 g de pechuga de pollo mediana a la parrilla: 38,4 g
- Dos huevos grandes: 80 g
- Tres palitos de pescado: 90g
- Filete de salmón a la plancha 100 g: 29,5 g
- Filete de lomo magro de 200 g: 40 g
- Dos salchichas: 90g
- 60 g de atún en lata: 15,2 g
- 40 g lonchas de jamón: 9 g
- 120 g de yogur natural bajo en grasa: 5,8 g
- 125 ml de leche semidesnatada: 4,4g
- 30 g de queso chedda: 7,6 g