Las vitaminas son nutrientes clave en la alimentación, debido a que su ingesta es determinante para el buen funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normal de las personas, entre muchas otras funciones.
Entre las vitaminas más conocidas están la A, la B, la C y la D. Hablando específicamente de la vitamina B12, también conocida como cianocobalamina.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que este nutriente es importante para el metabolismo de proteínas y aporta en la formación de glóbulos rojos. Es una vitamina hidrosoluble (se disuelve en agua) y el organismo puede almacenarla durante años en el hígado.
- Bebés hasta los seis meses: 0,4 mcg
- Bebés de siete a 12 meses: 0,5 mcg
- Niños de uno a tres años: 0,9 mcg
- Niños de cuatro a ocho años: 1,2 mcg
- Niños de nueve a 13 años: 1,8 mcg
- Adolescentes de 14 a 18 años: 2,4 mcg
- Adultos: 2,4 mcg
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 2,6 mcg
- Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 2,8 mcg
Fuentes alimenticias
La vitamina B12 se encuentra naturalmente en alimentos de origen animal, como pescado, carne, aves, huevos, leche y productos lácteos. Normalmente no se halla en los productos vegetales. Una persona puede obtener las cantidades recomendadas de vitamina B12 consumiendo una variedad de alimentos, que incluyen:
- Las vísceras (hígado de res)
- Los mariscos (almejas)
- La carne de res, carne de aves, huevos, leche y otros productos lácteos
- Algunos cereales fortificados y levaduras nutricionales para el desayuno
Para saber si la vitamina B12 se le ha agregado a un producto alimenticio es importante revisar la tabla de información nutricional en la etiqueta de los alimentos.
De igual forma, este nutriente puede hallarse en los suplementos multivitamínicos y multiminerales. De acuerdo con los expertos, suele presentarse en una forma denominada cianocobalamina. Otras presentaciones habituales son la adenosilcobalamina, la metilcobalamina y la hidroxicobalamina.
En el caso de la vitamina B12 inyectable se puede administrar si un médico la ha recetado. En general, esta forma se utiliza para tratar su deficiencia, que es común que se presente en personas mayores de 50 años, aquellas que siguen una dieta vegetariana o vegana, quienes han tenido una cirugía de estómago o intestinal, como la cirugía para bajar de peso y pacientes con afecciones digestivas como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn.