La diabetes es una enfermedad en donde el cuerpo no puede metabolizar de manera correcta el azúcar, para convertirse en la glucosa que también necesita el organismo para poder tener energía.
De esta manera hay que entender que la glucosa es esencial para que las células de su cuerpo obtengan energía, pero para que no se vuelva un problema, el cuerpo debe sintetizarla por medio de la insulina.
Siendo así, la diabetes tipo 1 impide que su cuerpo produzca insulina, mientras que el tipo 2 hace que su cuerpo no produzca ni utilice adecuadamente la insulina.
Teniendo lo anterior en cuenta, se vuelve muy relevante el tipo de dieta que tenga el paciente diabético. Expertos aseguran que es contraproducente que estas personas coman carbohidratos, ya que ayudan a generar glucosa en su sangre en grandes cantidades.
Entre los carbohidratos que más se consumen se encuentran el pan, fideos, pastas, galletas saladas, cereales y arroz. Frutas tales como manzanas, plátanos, uvas, mangos, melones y naranjas. Productos lácteos como la leche y el yogur, puede elevar la glucosa en la sangre.
Por otra parte, expertos recomiendan comer una variedad de alimentos saludables como granos integrales, entre ellos el trigo, el arroz integral, la cebada, la quinua y la avena.
Así como carnes magras, pollo, pavo, pescado, huevos, nueces, frijoles, lentejas y tofu, seguramente ayudará a mantener un equilibrio entre la azúcar que consume.
Además, existen diferentes remedios caseros que ayudan a estabilizar la azúcar en la sangre, entre ellos, el té negro o rojo, según un estudio de la Universidad de Adelaide, el cual sugiere que esta bebida puede ayudar a reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Lo cierto es que si va a implementar cualquier tipo de dieta, es indispensable que la consulte con anterioridad con su nutricionista de confianza.