La salud ósea es esencial para mantener un estilo de vida activo y libre de enfermedades en el futuro. Los huesos no solo proporcionan estructura y soporte al cuerpo, sino que también protegen órganos vitales y desempeñan un papel crucial en la movilidad.

Para fortalecer y mantener la salud de los huesos, es fundamental consumir alimentos ricos en nutrientes específicos, como el calcio y la vitamina D.

La vitamina D ayuda a mantener los huesos fuertes y saludables. | Foto: Getty Images

Además, complementar una dieta adecuada con la actividad física adecuada puede ser un factor determinante en la salud ósea.

Productos lácteos: Los productos lácteos como la leche, el queso y el yogur son fuentes de calcio de alta calidad. El calcio es esencial para la salud de los huesos y los dientes. Los niños y adolescentes deben consumir alrededor de 1,300 mg de calcio al día, mientras que los adultos necesitan al menos 1,000 mg. Las mujeres mayores de 50 años y los hombres mayores de 70 deben apuntar a 1,200 mg diarios.

Pollo: La carne de pollo es rica en proteínas de alto valor biológico, lo que contribuye al mantenimiento de la estructura ósea. Además, es una fuente de vitamina B6, niacina, zinc, ácido fólico y fósforo, que son importantes para la salud ósea.

Sardinas: Estos pescados pequeños no solo son ricos en calcio sino que también contienen vitamina D, que favorece la absorción de calcio. Además, son una excelente fuente de ácidos grasos Omega-3, que tienen beneficios para la salud cardiovascular y muscular.

Sardinas: Como todos los “pescados azules”, son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3.

Salmón: El salmón es otra fuente de vitamina D, esencial para la absorción adecuada de calcio en el cuerpo. También es rico en ácidos grasos Omega-3, que promueven la salud del corazón.

Almendras: Las almendras son una excelente fuente de minerales como el magnesio y el fósforo, así como de vitamina E, proteínas y fibra. También proporcionan hierro, que es importante para el sistema nervioso.

Aguacate: El aguacate es una excelente fuente de vitaminas E, C y B6, que son importantes para la formación de colágeno necesario para huesos y articulaciones. También es rico en potasio, que beneficia los músculos y el sistema nervioso.

Naranja: La vitamina C presente en las naranjas es esencial para la formación de colágeno y refuerza el sistema inmunológico. También contiene ácidos hidroxicinámicos que fortalecen las articulaciones.

Repollo: Esta verdura proporciona vitamina C, potasio y calcio, todos importantes para la salud ósea. Puede prepararse de diversas maneras, como en sopa, al horno o en ensaladas.

Avellanas: Las avellanas son uno de los frutos secos más nutritivos, ya que contienen tiamina, niacina, vitamina B6, hierro, potasio y calcio. Son una excelente opción como tentempié o para añadir a ensaladas y salteados.

Semillas de sésamo: También conocidas como ajonjolí, estas semillas son ricas en proteínas, minerales como fósforo, hierro, zinc y magnesio, así como en tiamina y ácidos grasos saludables. Se pueden agregar a ensaladas y recetas de pan y galletas.

Tomate: El tomate es rico en vitamina C, que es necesaria para la formación de colágeno. También tiene beneficios para la salud ocular, cardíaca y de la piel. Puede consumirse crudo, en ensaladas, zumos y cocinado en diversas preparaciones.

Los tomates son ricos en licopeno, un potente antioxidante que protege las células del daño de los radicales libres. | Foto: Copyright 2013 by Hinterhaus Productions

Brócoli: El brócoli contiene zinc, fósforo, magnesio, vitamina K y calcio, lo que ayuda a controlar el avance de la osteoartritis y mejora la producción de colágeno. También protege el corazón y el sistema digestivo.

Cabe mencionar que, además de consumir estos alimentos ricos en nutrientes esenciales, mantener un estilo de vida activo y participar en ejercicio acorde con la edad y las condiciones físicas individuales es fundamental para la salud ósea.