Bien se dice que la alimentación que tiene el ser humano cada día influye de manera positiva o negativa en la salud, y esto ha sido comprobado por los expertos, por lo que se recomienda siempre ingerir una cantidad de alimentos prudente y a la vez que aporten nutrientes al organismo.
En ese sentido, los expertos en nutrición siempre recomiendan ingerir altas cantidades de proteína (carne, pollo, pescado), teniendo en cuenta que estos alimentos son los que aportan más nutrientes al organismo, ayudan a la regeneración muscular y dan más energía.
Ya que los alimentos anteriormente mencionados provienen de los animales, muchos de ellos tienen huesos, los cuales son desechados por algunas personas por no encontrarle una utilidad. Sin embargo, esta parte puede ser aprovechada para una preparación que también le otorgará grandes beneficios a la salud del ser humano.
Esa preparación recibe el nombre de caldo, el cual es uno de los alimentos que más se consume en la gastronomía colombiana, y consiste en la combinación de varios ingredientes con dos elementos principales: el agua y los huesos.
Un caldo puede aportar magnesio, zinc, hierro, potasio, grasas como la omega 3 y 6, vitaminas A y K, además de aminoácidos y colágeno.
Además, los nutrientes que aporta se potencian si se combina con algunos otros alimentos como las verduras y los tubérculos, los cuales pueden aportar un sabor adicional a la preparación y una textura diferente.
Asimismo, teniendo en cuenta que se usan los huesos como ingrediente principal, resulta ser una excelente opción para sacar de apuros a las personas, teniendo en cuenta que no requiere una mayor inversión y se puede preparar de manera fácil y rápida.
¿Cómo se prepara?
Inicialmente se debe tener en cuenta los huesos que se quieren usar y agregarlos a una olla con abundante agua (dependiendo de las personas que vayan a consumir el caldo), para posteriormente llevarla a la estufa con fuego lento.
Luego de este paso, se recomienda agregar poco a poco las verduras de su gusto, las cuales podrían ser zanahoria, arvejas, brócoli. Además, se puede también agregar algunos tubérculos como la papa, arracacha o yuca.
Luego de tener todos estos ingredientes en la olla, se recomienda dejar al menos unos 40 minutos en el fuego para poder que el hueso suelte la sustancia necesaria para entregarle un sabor natural y lleno de nutrientes a la preparación.
La mejor forma de quitar la grasa a los caldos
Debido a su preparación, hay ocasiones en los que los caldos pueden tener excesos de grasa que, aunque para algunos puede ser bueno, para otros puede resultar fastidioso e incluso perjudicial.
Por lo anterior, hay algunos métodos que pueden ayudar a quitar esos excesos de grasa de la preparación para que las personas puedan disfrutarla de la mejor manera, a continuación se las contaremos:
Con la ayuda de un bloque de hielo de buen tamaño podrá quitarle toda la grasa al caldo de costilla. El hielo debe agarrarlo con unas pinzas de cocina y ponerlo sobre el caldo de costilla. Cuando este toque la superficie, las capas de grasa se van adherir de inmediato al bloque. Solo debe retirar el hielo, quitar con un ligero movimiento la capa de grasa y continuar realizando la misma operación, hasta que el caldo esté libre de ella.
Si no cuenta con un cubo de hielo a la mano, otra solución consiste en enfriar una cuchara de metal para ejercer un efecto similar. Cuando el caldo ya esté preparado, debe introducir el cubierto en agua helada durante unos minutos.
En el momento en que ya haya conseguido una temperatura lo suficientemente baja, podrá pasar la superficie por la parte cóncava. de inmediato la grasa se pegará a la cuchara para poder quitarla con facilidad. Solo tenga cuidado de retirar la menor cantidad de caldo que le sea posible.
Otro de los trucos más populares que existen, pero que en este caso le llevará más tiempo, es introducir el recipiente con una tapa en la nevera, una vez este ya cocinado. Lo primero que debe hacer es dejarlo reposar hasta que llegue a una temperatura ambiente y entonces podrá meterlo en el refrigerador, sin temor a dañar el electrodoméstico.
Luego de varias horas, que deben ser entre seis y ocho horas, la grasa se habrá solidificado prácticamente en su totalidad. Esta quedará en la superficie, por lo que será posible retirarla con la ayuda de un cucharón o espátula de una manera más fácil. Debe tener cuidado al retirar la capa de grasa, para que esta no se rompa y vuelva a caer en el guiso o en la sopa.