El tomate de árbol es un fruto tropical que aporta nutrientes y vitaminas beneficiosas para la salud del organismo.

Este fruto se cultiva de una forma más eficientemente en clima frío moderado, con temperaturas que oscilan entre los 13 °C a 20 °C (grados centígrados); temperaturas superiores a los 25° C, e inferiores a los 10° C durante el periodo de floración, generan caída de la flor y afectan el cuajado del fruto, que se consume principalmente en jugo.

Gracias a su acción antioxidante, sirve para fortalecer el sistema inmunológico y es bueno para mejorar la visión. De igual manera, ayudaría a prevenir la anemia. Estos beneficios se deben a que el tomate de árbol, también conocido como tomate andino o tomate serrano, es rico en compuestos fenólicos, flavonoides, antocianinas y carotenoides, así como en vitaminas y minerales que le otorgan sus propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, entre otras.

Esta fruta también es conocida como tamarillo o tomate francés. | Foto: Getty Images
El tomate de árbol es una fruta que contiene vitaminas y minerales necesarios para el fortalecimiento del cuerpo. | Foto: Getty Images

También el tomate de árbol también puede ser un aliado a la hora de quemar grasa corporal de manera natural, debido a que, gracias a su alto contenido de fibra, es una excelente opción para prevenir la obesidad, así como la aparición de la diabetes.

“Los alimentos con una buena presencia de fibra no suelen ser calóricamente densos. Además, como indican los estudios, estos permiten un vaciado gástrico más lento y conducen a una mayor sensación de saciedad. También mejoran la tolerancia a la glucosa y pueden ser efectivos en la reducción del colesterol”, señala Mejor con Salud.

tomate de árbol | Foto: Getty

Colesterol

De igual forma, es recomendado para controlar los niveles de colesterol. El tomate de árbol contiene vitamina F, que es lo mismo que los ácidos grasos poliinsaturados, los cuales son beneficiosos para la salud. Estos ácidos tienen la posibilidad de reducir los niveles de colesterol alto, disminuyendo el LDL conocido como malo y aumentado el HDL, que es el bueno.

El colesterol elevado puede generar la formación de depósitos grasos en los vasos sanguíneos y con el tiempo estos crecen dificultando el fluido de la sangre a través de las arterias. Además, a veces, esos depósitos pueden romperse y formar coágulos que pueden ocasionar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, según información de la institución Mayo Clinic.