La hematuria o sangre en la orina es una manifestación, por lo general, de problemas relacionados con las vías urinarias, o asociados con enfermedades renales, de la uretra, de la vejiga, y la próstata en el caso de los hombres. El sangrado puede ser visible, cuando la orina toma un color rojizo, rosado o marrón, pero puede ser imperceptible a la vista, por lo que solo puede detectarse con un examen microscópico.
De acuerdo con un artículo de la doctora Geetha Maddukuri, de Saint Louis University, publicado en la plataforma de manuales médicos MSD, “las personas afectadas por hematuria pueden presentar otros síntomas de trastornos de las vías urinarias, como dolor en el costado o dolor lumbar, dolor abdominal bajo, necesidad urgente de orinar o dificultad para orinar, dependiendo de la causa de la presencia de sangre en la orina”.
La médica explica que, en ocasiones, “si existe una cantidad suficiente de sangre en la orina se puede formar un coágulo. El coágulo puede bloquear por completo el flujo de orina, ocasionando un dolor repentino extremo e incapacidad para orinar. Un sangrado lo suficientemente grave como para que se forme un coágulo generalmente suele estar causado por un traumatismo en el tracto urinario”.
Las causas más comunes del sangrado pueden ser una infección de la vejiga o cistitis, infección de la próstata o prostatitis, o un caso de cálculos en el tracto urinario. Otra causa, menos frecuente, es que la persona tenga defectos congénitos en los riñones y vías urinarias, algo que se puede detectar a temprana edad.
En los casos más graves, la sangre en la orina puede ser un síntoma de enfermedades como cáncer renal, cáncer de vejiga y cáncer de próstata, también de quistes renales y obstrucción cancerosa de la próstata.
La doctora Maddukuri considera que “deben sospecharse estos trastornos principalmente en personas mayores de 50 años, aunque las personas más jóvenes con factores de riesgo (tabaquismo, antecedentes familiares o exposición a sustancias químicas) pueden desarrollar cáncer”.
La aparición de sangre en la orina, señala la médica, no puede ignorar, es una alerta para que las personas acudan por atención especializada, de tal forma que se les realicen exámenes clínicos que descarten o evidencien alguna enfermedad subyacente.
Si la persona no ve sangre en su orina, pero presenta los siguientes síntomas, también debe acudir con un profesional en medicina: necesidad de orinar frecuente, molestia al orinar, pierde peso sin explicación. Si a esto se suman episodios de fiebre, náuseas, dolor en el abdomen o la espalda baja, incapacidad para orinar, goteo, o se observan coágulos en la orina, se debe buscar atención médica con urgencia.