La responsabilidad de tener un perro en el hogar es fundamental para evitar causar daño a estas criaturas, algo que los expertos en crianza de animales domésticos exigen a quien desea una mascota. Por esta razón, es muy común que varios nuevos propietarios de mascotas se pregunten, con más frecuencia en la actualidad, sobre el tiempo adecuado para dejar a su perro solo en caso de que deban salir y no puedan llevarlo con ellos.

Es un interrogante muy importante, pero no tiene una respuesta única porque, de acuerdo con expertos, todo dependerá de la crianza del animal.

“Todo depende de cómo hayan acostumbrado al perro, pero lo ideal es no dejarlo tanto tiempo solo porque puede estresarse o desarrollar problemas de ansiedad por separación”, afirma Camilo Arévalo, quien está especializado en comportamiento canino.

Los perros no saben permanecer en soledad, esto los afecta si es prolongado. | Foto: Getty Images

A esto, añade el especialista, que es muy difícil estandarizar estos comportamientos en los perros, por eso “yo no recomiendo mucho dejar a un perro solo en áreas urbanas porque afecta psicológicamente a los animales, el estar encerrados, pero es complejo definir qué tanto tiempo pueden”. Aunque recalca que, en caso de hacerlo, es fundamental que siempre cuenten con hidratación.

En este sentido, desde el portal especializado gabrica.co, señalan que, en el caso de los cachorros (menores de seis meses), lo más recomendable es dejarlos solos hasta un máximo de dos horas, teniendo en cuenta que haciéndolo de forma gradual se crea un hábito.

Pero en el caso de los perros mayores de 18 meses, sugieren los expertos, se pueden dejar solos entre cuatro y seis horas, y a medida que crecen y dependiendo de su estado de salud, se podrán aumentar o disminuir las horas que pasan solos. Pero con prudencia, puesto que un animal en casa no puede vivir solo.

¿Se puede enseñar a un perro a permanecer solo en casa?

Siempre hay riesgos en dejar una mascota sola. Tenga cuidado y no exagere. | Foto: Getty Images

Es inevitable que, en ocasiones, todas las personas de una familia deban salir de casa, y como es frecuente, no puedan llevar a su mascota. En estos casos, los dueños deben hacer unos ejercicios de preparación con el animal, porque es la forma en que el canino puede habituarse con su espacio sin necesidad de tener cerca a sus dueños.

Al respecto, la Fundación Affinity en su portal web, aconseja que “hay ejercicios que sirven para que una mascota se acostumbre a quedarse sola en casa. La clave de estos ejercicios radica en la progresión y en dejarle divertidas distracciones para que la soledad sea más llevadera. Existen en el mercado diversos juguetes que mantienen a las mascotas entretenidas y que están relacionados con la obtención de recompensas. Estos juguetes son una buena opción en este caso”.

Por su parte, el especialista explica que si bien, estando por fuera, no se le puede brindar el acompañamiento que necesita el perro, lo indicado es que recrear algo de eso artificialmente, “podemos acostumbrarlos a estar solos con refuerzos en positivo, primero poco tiempo y luego lo vamos alargando, pero sí es importante que ellos se ejerciten y exploren su entorno en el día”, antes de dejarlos solos.

Cabe recordar que si el dueño o dueña, o incluso dueños, estarán muchos días por fuera lo mejor es contratar un servicio especializado para que cuide a la mascota y pueda cambiarle frecuentemente el agua y brindarle comida, y lo esté observando. No se puede olvidar que, a diferencia de los gatos, los perros no tienen la habilidad de racionar la comida.

¿Cuáles son los riesgos de dejar a un perro solo?

Según el portal web de la Fundación Affinity, puede ser peligroso dejar a un perro solo, siempre y cuando se trate de un animal joven que quiere jugar y explorar la casa. “Por esta razón es importante dejarle un espacio a prueba de mascota, eliminando los posibles peligros presentes en casa, desde plantas tóxicas a pequeños objetos que le pueden llamar la atención, pero que no son juguetes”, advierten.

Así mismo, aconsejan no dejar al alcance de la mascota cables eléctricos, o que permanezca cerca de ventanas o balcones abiertos, o tener a acceso a cualquier elemento que el animal pueda morder.