Dormir no solo es esencial para recuperar energías y enfrentar las actividades diarias; también desempeña un papel crucial en la regulación del peso. La relación entre la falta de sueño y el aumento de peso ha sido objeto de estudio, y los resultados sugieren que la duración y la calidad del sueño están directamente vinculadas a los hábitos alimenticios y a la propensión a ganar peso.

Dormir bien es necesario para la salud. | Foto: Squaredpixels

Un estudio publicado en la revista Jama Internal Medicine revela que la falta de sueño puede ser un factor determinante para el aumento de peso. La explicación radica en el aumento de los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que provoca un aumento en el deseo de comer. Este aumento del apetito, combinado con la elección de opciones alimenticias más calóricas y menos saludables al despertar, puede contribuir al aumento de peso a largo plazo.

La investigación se llevó a cabo con 80 adultos de entre 21 y 40 años con sobrepeso que dormían aproximadamente seis horas por noche. Aquellos que aumentaron su tiempo de sueño durante dos semanas consumieron alrededor de 270 calorías menos. Este pequeño cambio en la rutina de sueño tuvo un impacto significativo en sus hábitos alimenticios y, por ende, en su peso.

Entonces, ¿cuánto tiempo se debería dormir para aprovechar los beneficios en la pérdida de peso? La respuesta varía según la edad y las características individuales, pero la recomendación general es dormir entre ocho y nueve horas. La calidad del sueño también juega un papel crucial; es importante asegurarse de tener un sueño profundo y reparador.

La llamada "dieta del sueño" puede ser un cambio pequeño pero efectivo para mejorar sus hábitos alimenticios y alcanzar los objetivos de peso. | Foto: Semana

La dieta del sueño y cómo implementar cambios graduales:

Si actualmente duerme menos de ocho horas por noche, cambiar sus hábitos de sueño puede ser una estrategia efectiva para perder peso. La recomendación es seguir las pautas de los expertos y, si es posible, dormir entre ocho y nueve horas diarias. Sin embargo, si no puede dedicar más tiempo al sueño, realizar cambios graduales puede marcar la diferencia.

Un aumento de solo 15 minutos en el tiempo de sueño diario puede tener beneficios significativos. Este enfoque gradual permite que el cuerpo se adapte a un patrón de sueño más extenso. La consistencia es clave; establecer un horario de sueño regular y respetarlo puede mejorar la calidad y la cantidad del sueño.

Priorizar el sueño y realizar ajustes graduales en la rutina diaria pueden marcar la diferencia en su bienestar general y en el viaje hacia una vida más saludable | Foto: Electra-K-Vasileiadou

Según un estudio de Mayo Clinic, la falta de sueño está asociada con un aumento del 9% en la grasa abdominal y un 11% en la grasa visceral, la que se acumula alrededor de los órganos internos. Esta acumulación de grasa visceral está vinculada a un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y metabólicas.

*Este artículo fue creado y versionado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.