El cáncer colorrectal es el cuarto cáncer más común en la región de las Américas.
Según los expertos de Mayo Clinic, el cáncer colorrectal o de colon, se desencadena con grupos pequeños y no cancerosos de células llamados pólipos que se forman en el interior del colon, pero con el paso del tiempo, algunos de estos pólipos pueden convertirse en cáncer de colon.
Según ese centro especialista, este tipo de cáncer ocurre cuando las células sanas desarrollan mutaciones en su ADN. Estas normalmente suelen crecer y dividirse para mantener el funcionamiento del cuerpo, pero cuando una de estas células hace este procedimiento de forma incorrecta y continua dividiéndose, el material genético se acumula y forma una especie de tumor.
Por ello, los especialistas en salud recomiendan acudir al médico para realizar pruebas de detección regular de estas células con el fin de prevenir esta enfermedad, mediante la identificación y extirpación de pólipos a tiempo.
Algunos elementos de riesgo del cáncer de colon incluyen factores modificables, hereditarios y médicos, tales como: antecedentes familiares o personales de cáncer colorrectal, antecedentes personales de enfermedad inflamatoria intestinal crónica, obesidad, diabetes tipo 2.
Sin embargo, hay otros que están estrechamente relacionados con los hábitos, y son aquellos que fortalecen o debilitan el sistema inmunológico.
1. Consumir frutas, cereales y vegetales: este tipo de alimentos contienen vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que puede preservar la salud digestiva. Según la Sociedad Americana de Cáncer, una dieta con un alto consumo de carnes rojas como res, cerdo, cordero o hígado y carnes procesadas como las salchichas, aumenta el riesgo la enfermedad.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), órgano de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 %, lo que hace necesario comer cárnicos de este estilo en pequeñas cantidades y no todos los días.
2. Reducir la ingesta de alcohol y el cigarrillo: los expertos de Mayo Clinic aconsejan limitar las bebidas a una copa diaria en el caso de mujeres y dos en el caso de los hombres. Las personas que han sido fumadoras durante mucho tiempo son más propensas que las que no fuman de desarrollar y morir por cáncer de colon o de recto.
3. Realizar ejercicio físico: lo ideal es practicar 30 minutos de ejercicio diarios. El deporte acelera el metabolismo y el proceso digestivo, evitando la sensación de pesadez y reduciendo el riesgo de estreñimiento. Además, favorece el tránsito intestinal, regula los hábitos de evacuación y previene el estreñimiento y la diverticulosis, y por ende, ayuda a prevenir el cáncer de Colón.
4. Preste atención a su cuerpo: tener sobrepeso u obesidad aumenta su riesgo de desarrollar cáncer de colon o de recto. Comprenda qué comidas metabolisa mejor. Existen muchos alimentos que sirven para desinflamar el colon, entre ellos destacan: Manzanas, peras, bananas o plátanos, melocotón, acelgas, zanahoria, espinacas, espárragos, nabo, calabaza, pollo, carne hervida, caldos, huevos y quesos descremados.
Un procedimiento eficaz para la detección:
El doctor Fabián Juliao, gastroenterólogo de la Pontifica Universidad Javeriana, internista de la Universidad Nacional de Colombia y presidente de la Asociación Colombiana de Gastroenterología (Gastrocol), explicó que la colonoscopia permite detectar y eliminar de forma segura lesiones precancerosas, antes de que aparezcan los síntomas.
”Es un procedimiento endoscópico que permite visualizar la mucosa colónica y, cuando es necesario, resecar y tomar biopsias de pólipos o lesiones malignas”, aclaró el doctor Juliao.
Con una colonoscopia se detectan de forma temprana alrededor del 90% de las lesiones precancerosas.Es importante que personas se realicen una colonoscopia, a partir de la edad recomendada, como medida preventiva para el cáncer de colon.
Prestar atención a síntomas como:
- Sangre en heces.
- Dolor abdominal.
- Deposiciones delgadas o heces acintadas.
- Fatiga o cansancio extremo.
- Sensación de querer evacuar, pero al ir al baño no se alivia.