Al hablar del cuidado de la salud, es necesario mencionar las vitaminas que requiere el organismo. Estas sustancias orgánicas que están presentes en pequeñas cantidades en los alimentos, son esenciales para el metabolismo y procesos como el crecimiento celular.
Las vitaminas están divididas en dos categorías, las liposolubles como la A, D, E y K, las cuales se almacenan en el hígado, el tejido graso y los músculos; y las hidrosolubles que son la C y las del grupo B, que son las que no se acumulan y deben consumirse diariamente para prevenir deficiencias. La excepción entre ellas es la B12, la cual se almacena en el hígado durante años.
Existe un total de 13 vitaminas que son necesarias para el buen funcionamiento del cuerpo. Según el portal de la Prensa Gráfica, la mejor forma de obtenerlas es a través de una dieta equilibrada con alimentos variados y coloridos, como las frutas y verduras.
Ojo con la Vitamina D
Aunque el consumo de vitaminas es necesario, existe una de ellas que si se consume en exceso puede llegar a producir cálculos en los riñones.
La vitamina D tiene un papel crucial en la absorción de calcio, en fortalecer los huesos y en prevenir la osteoporosis.
Esta vitamina es esencial para el funcionamiento de los músculos, los nervios y del sistema inmunitario.
Cabe mencionar que esta se puede obtener de la exposición al sol, de una dieta basada en las yemas de huevo, del pescado, del hígado, y a través de suplementos.
Sin embargo, los especialistas recomiendan evitar la toxicidad por exceso de la vitamina D, la cual puede llegar a causar hipercalcemia, náuseas, vómitos y problemas renales.
En cambio si se presenta una deficiencia, se pueden llegar a presentar afecciones como el raquitismo en niños y la osteomalacia en adultos, llegando a debilitar los huesos y los músculos.
Por ello, según el portal ABC de España, encontrar un equilibrio en la ingesta de esta vitamina es fundamental para mantener un correcto funcionamiento del organismo.
¿Por que afecta a los riñones?
El riñón es el último de los órganos que se encargan en sintetizar la vitamina D, luego de ser metabolizada por el hígado. Si un paciente presenta enfermedad renal crónica, metabolizar las vitaminas se torna difícil, por lo que es allí cuando presenta alteraciones minerales.
El Instituto de Cirugía Urológica Avanzada mencionó a través de una publicación que esta vitamina es la encargada de fijar fósforo y calcio a los huesos, por lo que su carencia puede provocar muchos problemas.
Las recomendaciones de la Sociedad Española de Nefrología mencionan que los pacientes con enfermedad renal crónica, debido a las complicaciones que presentan por la poca asimilación de la vitamina D, deben realizar un control exhaustivo de la misma, ya que niveles bajos se relacionan con mayor morbilidad y mortalidad.
Los especialistas dan a conocer la necesidad de que los pacientes tomen suplementos de esta vitamina, pero siempre siguiendo las recomendaciones de un verdadero profesional de la medicina, para poder así alcanzar los niveles necesarios para evitar complicaciones derivadas de sus carencias.
Para obtenerla
La fuente principal de vitamina D es el sol , aunque también se puede obtener de ciertos alimentos como el pescado azul y algunos aceites de pescado, el hígado y grasa de mamíferos marinos, yema de huevo y productos enriquecidos como la leche, el zumo, el pan y los cereales.
“Pero los aportes en la dieta rara vez superan el 10% de las necesidades totales de esta vitamina”, según indicó la doctora Ana Martínez Rubio, coordinadora del grupo PrevInfad de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria ( Aepap).
El cuerpo forma la vitamina D naturalmente después de la exposición al sol. De él puede obtener el 90% restante de esta vitamina que se requiere.
En cambio si la persona se excede tomando el sol, esto puede llevar a que la persona sufra un envejecimiento y hasta un cáncer de la piel. Es precisamente por esta razón por la que muchas personas tratan de obtener la vitamina D de otras fuentes.
Los que más la necesitan
Para Medline Plus las personas que pueden necesitar más vitamina D:
- Personas mayores
- Bebés que son amamantados
- Personas de piel oscura
- Quienes tienen enfermedades del hígado, fibrosis quística y enfermedad de Crohn
- Personas que presentan obesidad o las que han tenido una cirugía de derivación gástrica