Los eructos, que a menudo pasan desapercibidos como parte de la vida diaria, pueden volverse un problema cuando se presentan en exceso y de manera crónica. Esta condición, conocida como eructación excesiva, puede estar relacionada con diversas causas subyacentes y, en algunos casos, ser un indicio de problemas de salud más serios.

Los eructos crónicos también pueden estar relacionados con la inflamación del revestimiento del estómago o con una infección por Helicobacter pylori, una bacteria que causa algunas úlceras estomacales. En estos casos, los eructos están acompañados de otros síntomas, como acidez estomacal o dolor abdominal.

Si bien los eructos son comunes y naturales, cuando se producen en exceso puede significar problemas de salud. | Foto: Getty Images

Posibles causas de los eructos en exceso

  • Hábitos alimenticios inadecuados: Comer rápidamente, masticar chicle, consumir bebidas carbonatadas y hablar mientras se come pueden aumentar la ingesta de aire, provocando eructos.
  • Tragar aire en exceso: Hablar con rapidez, beber a través de una pajita y fumar pueden llevar a tragar más aire del necesario, resultando en eructos.
  • Gases en el sistema digestivo: Algunos alimentos ricos en fibras, como frijoles, brócoli y repollo, pueden fermentar en el intestino, generando gases y contribuyendo a los eructos.

¿Por qué algunos alimentos pueden llevar a exceso de gases?

Algunas personas tienen dificultad para digerir completamente ciertos alimentos, y eso puede conducir a que transiten alimentos parcialmente digeridos desde el intestino delgado al colon. En el colon existe una gran cantidad de bacterias, que fácilmente “digieren” los alimentos aún más, pero este proceso produce gases.

Entre los alimentos que contienen ciertos azúcares muy difíciles de digerir para muchas personas, y que todo el mundo los conoce porque producen gases, están los frijoles, habas y lentejas. La mayoría de personas también tiene dificultad para digerir adecuadamente edulcorantes como la fructosa y el sorbitol.

Otras personas tienen dificultades para digerir la lactosa (azúcar de la leche) porque no producen suficiente cantidad de lactasa, enzima necesaria para descomponer la lactosa. Si hay mucha cantidad de lactosa en la dieta de estas personas, la lactosa parcialmente digerida llegará al colon en donde las bacterias la descomponen, produciendo gas.

Por lo general, la intolerancia a la lactosa se debe a la escasez de una enzima que se produce en el intestino delgado (la lactasa). | Foto: Libre de derechos

Enfermedades relacionadas

Algunas afecciones médicas pueden causar que se tengan más gases de lo normal o más síntomas de gases.

  • Reflujo Gastroesofágico (ERGE): Esta enfermedad ocurre cuando el contenido ácido del estómago regresa al esófago. Los eructos frecuentes, junto con acidez estomacal y dolor en el pecho, pueden ser síntomas de ERGE.
  • Intolerancias Alimentarias: La intolerancia a la lactosa, al gluten u otros alimentos puede causar eructos, así como hinchazón y malestar abdominal.
  • Síndrome del Intestino Irritable (SII): Personas con SII pueden experimentar síntomas gastrointestinales, como eructos excesivos, dolor abdominal y cambios en los hábitos intestinales.
Reflujo gastroesofágico (GERD), es una de las enfermedades que podrían estar relacionadas con los eructos en exceso, | Foto: Getty Images

Cómo evitar y tratar los eructos en exceso

  • Modificar hábitos alimenticios: Comer despacio, masticar bien los alimentos y evitar hablar mientras comes pueden reducir la cantidad de aire tragado.
  • Evitar bebidas carbonatadas: Limitar o eliminar las bebidas gaseosas puede reducir la acumulación de gas en el estómago.
  • Identificar intolerancias alimentarias: Si los eructos son acompañados de otros síntomas, como hinchazón y malestar, es importante considerar la posibilidad de intolerancias alimentarias y ajustar la dieta en consecuencia.
  • Consultar a un profesional de la salud: Si los eructos en exceso persisten o se vuelven preocupantes, es recomendable buscar la orientación de un médico o un gastroenterólogo para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.