La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, pero si hay deficiencia significa que el cuerpo no está recibiendo suficiente vitamina para mantenerse saludable.
El calcio es uno de los principales componentes de los huesos, y por ello el la vitamina D también juega un rol en el sistema nervioso, muscular e inmunitario.
El cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponerse a la luz del sol, pero si hay demasiada exposición, esto puede ocasionar el envejecimiento de la piel y llegar hasta un cáncer de piel.
La cantidad de vitamina D que el cuerpo necesita depende en realidad de la edad. Las cantidades recomendadas, en unidades internacionales (UI), son 400 UI para los recien nacidos hasta los 12 meses, 600 UI para los niños entre uno y 13 años, 600 UI para quienes tienen entre 14 y 18 años.
¿Por qué puede presentarse deficiencia de vitamina D?
Esto puede deberse a que no recibe suficiente vitamina D en su alimentación diaria, tiene problemas de malabsorción, no recibe suficiente exposición a la luz solar, su hígado o sus riñones no pueden convertir la vitamina D o porque toma medicamentos que interfieren con la capacidad del cuerpo para absorber la vitamina D.
Quienes están en riesgo de esta vitamina son los bebés que están amamantando, debido a que la leche humana no es una buena fuente de vitamina D.
Los adultos mayores, porque su piel no produce vitamina D, las personas de piel oscura porque tienen menos capacidad de producir esta vitamina de parte del sol y quienes tienen obesidad porque su grasa corporal se une a un poco de vitamina D y le impide entrar en la sangre.
A esto se suman las personas que presentan enfermedad renal o hepática crónica, ya que esto puede afectar su capacidad para convertir la vitamina D en una forma que el cuerpo pueda usar.
Además puede causar raquitismo en los niños, la cual es una enfermedad que hace que los huesos se ablanden y se doblen.
Los adultos pueden presentar osteomalacia, que causa huesos débiles, dolor óseo y debilidad.
Entre los alimentos que le pueden proporcionar vitamina D estpan el hígado de res, el queso, el salmón, el atún y la caballa; la yema de huevo y los hongos.
Ahora bien existen alimentos a los que a menudo les añaden vitamina D como las bebidas de soja, la leche, cereales para desayunar, jugo de naranja y el yogur.
Cuidado con los niveles altos
Si tiene demasiada vitamina D esto puede ser perjudicial, llegando a presentarse náuseas, falta de apetito, estreñimiento, debilidad y pérdida de peso.
Además los niveles muy altos de vitamina D pueden dañar los riñones, insuficiencia renal y dar paso a una arritmia.
tenga en cuenta que no se puede obtener un exceso de vitamina D por exponerse al sol, ya que la piel limita la cantidad de vitamina D que produce.