En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio el experto en Programación Neurolingüística (PNL) y técnicas de Radiestesia, David Valencia, expuso el papel determinante que juegan las emociones en estas circunstancias.
Según Valencia, detrás de cada caso de suicidio, hay una mezcla compleja de emociones y miedos, como el miedo al fracaso, la sensación de no pertenencia y la percepción de no ser suficiente, son sentimientos profundamente arraigados que pueden llevar a una persona a la desesperación. Estos sentimientos pueden ser despertadores en cualquier espacio, no solo se limitan al ámbito laboral.
“Aunque el trabajo puede ser un factor desencadenante, estas emociones pueden surgir en cualquier área de la vida de una persona. La clave está en reconocer y abordar estos sentimientos antes de que se conviertan en algo más serio”, aseguró Valencia.
Además, según estudios recientes, los niveles de estrés y ansiedad han aumentado considerablemente en la población mundial durante últimos años, lo que ha llevado a que la prevención del suicidio sea un punto esencial en la salud.
¿Cómo gestionar las emociones?
“Lo reconocemos en nuestros patrones. Venimos de un país rodeado de violencia, pero eso no significa que debamos ser violentos. Si notamos que un niño en casa está enojado, que no se le puede hablar, o que se mantiene irritado, esos son indicios importantes. También hay niños que se apartan y no quieren conversar. Es crucial hablar con ellos y entender lo que les sucede”, explicó Valencia.
“Todos debemos tener en cuenta que nos han enseñado que las emociones son negativas, pero realmente son necesarias. Por eso tenemos la alegría, la tristeza, y la rabia. Lo importante es cómo las gestionamos”, añadió.
Valencia, también entregó un listado con las principales alertas para prevenir el suicidio, destacando que para reconocer todo tipo de trastornos mentales es necesario siempre acudir a la ayuda de un profesional.
Alertas tempranas para prevenir el suicidio:
- Sentir desesperanza, impotencia, falta de valor, tristeza
- Perder interés en actividades que, por lo general, se consideran agradables
- Sentirse ansioso, irritable, inquieto
- Padecer dolor físico sin una causa física
- Bajar el rendimiento escolar o laboral
- Tener dificultad para concentrarse o tomar decisiones
- No querer estar en contacto con otras personas
- Descuidar la apariencia o higiene
El diálogo y la escucha son aspectos totalmente determinantes dentro de la salud mental y el suicidio, es importante promover espacios donde las personas se sientan cómodas y seguras de expresar sus preocupaciones.
“Promovemos la comunicación abierta. La gente necesita sentirse escuchada sin juicio, y eso comienza con una cultura de empatía y respeto”, concluyó Valencia.
*Con información de Colprensa.