Tradicionalmente se ha asociado el bicarbonato de sodio, un producto de origen natural, con el blanqueamiento. Además de ser una de las mejores opciones que existen para la limpieza y el cuidado del hogar, cuenta con numerosos beneficios para el organismo y con propiedades muy populares entre los amantes de los remedios caseros en el campo de la belleza.
Seguramente haya oído que el bicarbonato de sodio es excelente para obtener unos dientes más blancos y relucientes. De hecho, muchas de las pastas dentífricas comerciales lo contienen para asegurar una buena limpieza bucal, pero ¿es una buena opción para lucir una sonrisa más radiante? ¿Puede ser el bicarbonato un peligro para los dientes y para la salud? Aquí aprenderá cómo blanquear los dientes con bicarbonato de forma segura y le ofrecemos opciones menos perjudiciales y polémicas.
El bicarbonato sí puede blanquear los dientes, dado que es un producto abrasivo que, como tal, elimina residuos y manchas, por lo que se usa también para blanquear ropa, suelos y objetos varios.
Sin embargo, eso no significa que el bicarbonato no sea peligroso para los dientes, ya que es precisamente por su carácter abrasivo que se convierte en un producto que debemos vigilar. ¿Por qué? Porque si se usa en grandes cantidades, el bicarbonato puede dañar el esmalte, causar mucha sensibilidad y perjudicar nuestra salud bucal de forma permanente. Tenga en cuenta que el esmalte dental no se repara, por lo que un problema serio podría ser irreversible.
Las diversas opiniones que existen respecto a cómo blanquear los dientes con bicarbonato son variadas, ya que mientras algunos expertos aseguran que este producto puede traer amplios beneficios a la salud bucal, otros recomiendan evitar su uso. ¿Cuál es, entonces, la verdad? ¿Es malo el bicarbonato para los dientes? Lo vemos a continuación.
Estas son las desventajas
La abrasividad relativa de la dentina es un mecanismo creado por varias universidades e instituciones odontológicas que informan de lo abrasivo que puede ser un producto para tus dientes.
El bicarbonato se encuentra en un 7 de abrasividad, lo que significa que es poco perjudicial si se usa con moderación. De este modo, el uso de bicarbonato para blanquear los dientes es dañino cuando se mezcla con ingredientes que potencian su efecto o cuando se utiliza en grandes cantidades.
Este es el modo de uso
El bicarbonato puede ser beneficioso para el blanqueamiento dental casero, pero así es cómo debe utilizarse para lograr una sonrisa más brillante. Eso sí, es preciso aclarar que el color natural de los dientes no es blanco, por eso no puede ser una obsesión obtener este color por medio de remedios caseros abrasivos, sino que, por el contrario, terminará afectando el esmalte de los mismos. Esta es la forma más común para blanquear los dientes con bicarbonato de sodio.
Hay que mezclar una cucharada de bicarbonato con agua fría y remover hasta crear una pasta homogénea. Cuando esté lista, sumerja el cepillo de dientes en ella y cepíllese los dientes durante dos minutos con suavidad. Luego, enjuague y lávelos como de costumbre. Poco a poco, los dientes empezarán a estar más blancos y obtendrás una sonrisa hermosa.
Además, blanquear los dientes con bicarbonato de sodio y agua es la opción más segura a la hora de usar este producto, ya que se trata de una mezcla inofensiva.
Sin embargo, existen otras combinaciones como, por ejemplo, con limón, que también es un potente aclarador natural ideal para reducir el sarro y tener un aliento agradable y fresco. Para probar este método para blanquear los dientes con bicarbonato y limón, es necesario mezclar el zumo de medio limón con una cucharada de bicarbonato de sodio. Cepille los dientes con esta mezcla y verá los resultados deseados.
El limón también es un ingrediente abrasivo, de modo que no use cantidades excesivas.
Blanquear los dientes con bicarbonato y fresa: las fresas contienen ácido málico, una enzima natural que es ideal para mantener un color saludable en los dientes. Solo tiene que triturar una fresa madura, colarla para retirar las semillas y mezclarla con una cucharada de bicarbonato. Humedezca su cepillo de dientes en esta pasta y limpie los dientes con ella durante un par de minutos. Enjuague y finalice realizando un cepillado de dientes normal.
Lo ideal es no lavar los dientes con bicarbonato de sodio de forma regular, sino hacerlo como máximo dos veces a la semana, pues su acción abrasiva puede ser perjudicial para su salud bucodental.