La presión arterial alta es una enfermedad común que afecta a las arterias del cuerpo y si se tiene la presión arterial alta, la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es muy elevada constantemente, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos señaló que algunas personas tienen una mayor probabilidad de tener la presión arterial alta por causas como:
- La edad. La probabilidad de tener presión arterial alta aumenta con la edad, especialmente la hipertensión sistólica aislada.
- El sexo. Antes de los 55 años, los hombres tienen una mayor probabilidad de tener presión arterial alta. Las mujeres son más propensas a tener presión arterial alta después de la menopausia.
- El historial familiar. La presión arterial alta puede ser hereditaria en el caso de algunas familias.
- La raza. Las personas afroamericanas, o de raza negra, tienen un mayor riesgo de presión arterial alta.
Asimismo, es importante señalar que, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, cuando la presión arterial se mantiene mucho tiempo alta, hace que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, e insuficiencia renal.
No obstante, la presión arterial alta no tiene síntomas, y la única manera de averiguar si se tiene presión arterial alta es a través de chequeos regulares.
Por ello, si se llega a tener la presión arterial alta, hay que tener cambios en los hábitos, y una recomendación de El Español es consumir infusiones que ayuden a reducirla, como, por ejemplo, la infusión de apio por sus antioxidantes y fitoquímicos, y la infusión de orégano por sus propiedades antiinflamatorias y diuréticas.
Ahora bien, para obtener mejores resultados, es importante seguir otras recomendaciones como, por ejemplo:
- Seguir una dieta saludable para el corazón con menos sal. A medida que va envejeciendo, el cuerpo y la presión arterial se vuelven más sensibles a la sal (sodio), la cual es agregada a muchos alimentos durante su procesamiento o la preparación.
- Hacer actividad física con regularidad. Para mejorar la salud y el bienestar, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad vigorosa) para todos los adultos, y una media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día para los niños y los adolescentes.
- Mantener un peso saludable o bajar de peso. El sobrepeso aumenta el riesgo de presión arterial alta.
- Limitar el consumo de alcohol. Para la mayoría de las mujeres, beber moderadamente significa no más de un trago estándar al día y para la mayoría de los hombres, significa no más de dos tragos estándar al día.
- No fumar, pues “a mayor consumo de tabaco, los vasos sanguíneos se mantienen reducidos por más tiempo, lo que a su vez causa hipertensión arterial”, según el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia.
- Dormir de siete a nueve horas diarias. “El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor”, explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés).
De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.