¿Sabe usted de qué se trata y en qué consiste la economía del regalo o del intercambio? Según la feminista, filántropa y autora Genevieve Vaughan, que visitó Cali en días pasados, esta economía se inspira en la maternidad, pues “cuando los niños nacen vulnerables, los adultos deben regalarle y brindarle todo su amor, cariño y cuidado unilateralmente”.

Sin embargo, con el pasar del tiempo esta lógica del regalo es alterada y distorsionada por la práctica del intercambio que requiere cuantificación y medida, es adversaria, e implanta valores de auto-interés y de competencia para dominar por medio del dinero.

Vaughan, quien recientemente estrenó en español su libro ‘Para donar, una crítica feminista al intercambio’, conoció hace un par de semanas la ecoaldea Nashira, un lugar ubicado en el Bolo San Isidro, Palmira. Allí conviven varias mujeres y es un ejemplo de la economía del regalo, pues el funcionamiento de la comunidad se basa en la vivienda gratuita y la solidaridad.

En entrevista con El País, esta autora nacida en Texas, Estados Unidos, explica en qué consiste la economía del regalo, cómo y por qué nació esta idea y cuenta la manera en que esta manera de pensar y actuar cambiaría la vida de millones de personas alrededor de mundo si la tomáramos en cuenta.

Lea además: Diez beneficios de estar en contacto con los ángeles

¿Cómo nace esta teoría social en la que se plantea ayudar al prójimo incondicionalmente, sin pensar que detrás de todo hay una transacción?

Esta idea me surgió cuando me di cuenta que hay que cambiar la manera como funcionan algunas cosas en el mundo, pues no podemos continuar viviendo como lo estamos haciendo en la actualidad. Desde hace muchos años he escrito textos explicando cómo podemos vivir de una manera diferente y es dando gratis las cosas, y no hacerlo a través del mercado. Así es como hacen las madres con sus hijos, ellas le dan todo sin pedir nada a cambio.

Todos los niños pueden imitar este modelo, pero a los tres o cuatro años cambian su manera de pensar y actuar porque aprenden y conocen del mercado, un modelo que solo enseña a dar para recibir, algo que no debería ser así porque las mujeres dan gratis todo por su familia, y una parte del trabajo de los hombres es gratis para los capitalistas.

¿Cuándo decidió empezar a escribir sobre esta teoría?

Mis primeros ensayos fueron en 1980, en semiótica. Después me divorcié y regresé a Estados Unidos donde he creado una fundación de mujeres para el cambio social y me he enfocado en la práctica. En 1997 escribí ‘Para donar, una crítica feminista al intercambio’ y solo hasta ahora estrenamos la versión en español.

También escribí un libro para niños que se llama ‘Por amor, por dinero’, allí cuento varias historias en las que los finales son diferentes dependiendo si las personas hacen las cosas motivadas por dinero o amor.

Debo admitir que cuando publiqué los primeros textos sobre la economía del regalo nadie entendía nada. Después de muchos años otras personas han comenzado a escribir sobre este tema y en Italia ya hay cerca de 10 libros que hablan sobre esta manera de pensar.

¿Cómo y por qué relaciona la economía del regalo con el feminismo?

Porque todo parte de la maternidad. Además, en el mercado hay un momento de equivalencia entre el dinero y la mercancía. Esta equivalencia, como dicen algunos psicólogos infantiles, es muy parecida a lo que hacen madre e hijo cuando ella le da incondicionalmente todo a él. Sin embargo, cuando el niño crece va conociendo el mundo y aprende sobre el mercado, algo que luego le parecerá normal y familiar.

¿Cómo aplica usted la economía del regalo en su vida cotidiana?

Lo he aplicado haciendo una fundación en la que nos ayudamos entre todos. Además, trabajo con otras mujeres a las que les gusta la economía del regalo y contamos de qué se trata esta iniciativa en varios lugares del mundo. Además, utilizo el mercado tradicional lo menos que puedo.

Un claro ejemplo de la economía del regalo es que existe una comunidad virtual donde hay cerca de 25 personas en diferentes partes del mundo. Todo lo que se hace en ese grupo se realiza de voluntad, de corazón, sin imposiciones y sin reglas.

Si uno de los integrantes tiene una tarea que no ha podido realizar, solo debe preguntar en el grupo quién la puede hacer, pues seguramente alguien le responderá y la hará. Allí hay flujo de trabajo y no de dinero.

Lea además: Los consejos de Gonzalo Gallo para afrontar la muerte

¿Qué opinión tiene sobre el modelo actual en el mundo?

Pienso que es un mundo loco, es decir, no las personas, sino el sistema. Es un sistema que va en contra de lo que somos como seres humanos.

Cuando estamos pequeños nos acostumbramos a la economía del regalo, después nos adaptamos al sistema de trueque y eso nos hace daño. Es importante aclara que en la evolución humana no siempre existió el mercado, pues este es una innovación que llegó mucho después.

La escasez no se crea solo con las guerras. El sistema de la economía que rige al mundo es de poca compasión y cero amor por los demás. Es un sistema egoísta y en muchas ocasiones triste porque quien tiene mucho dinero no significa que sea feliz. Hay muchas personas infelices en donde hay mucho dinero.

¿Considera que la economía del regalo tiene como una de sus metas acabar con la pobreza y la desigualdad que hay en el mundo?

Sí, absolutamente. En este mundo todos podemos darle algo al prójimo y recibir de la misma manera, pero si algunos toman más de lo que necesitan no quedará suficiente para los otros.

Lea además: 

Paradigma del regalo

El paradigma del regalo enfatiza la importancia de dar para satisfacer la necesidad del otro. Está orientado por la necesidad y no por las ganancias. El satisfacer gratuitamente las necesidades del otro—el nutrir o cuidar al otro, es a menudo descontado y suele parecer invisible o vacío de información en nuestra sociedad, porque se basa en lo cualitativo y no en lo cuantitativo.

Sin embargo, el satisfacer las necesidades crea un vínculo entre los que dan y los que reciben. Reconocer la necesidad del otro y actuar para satisfacerla convence al que da de la existencia del otro. Análogamente, recibir del otro algo que satisface una necesidad, prueba la existencia del otro para el que recibe.

En oposición al regalar existe el intercambio, que es dar para recibir. En el intercambio hay un movimiento lógico orientado por el ego y no por la necesidad del otro.