Consumir agua durante las comidas puede tener ventajas y desventajas, y aunque esta acción puede ayudar a que durante la hora del almuerzo o la cena coma menos, lo cierto es que esto también puede llevar a que se presenten algunos inconvenientes.
El ingerir agua puede llevar a que la persona se siente saciada, y esto ocurre porque el estómago es como un globo que se hincha. Al comer, las paredes se van dilatando y ensanchando hasta que el organismo se siente lleno.
Las terminaciones nerviosas que se encuentran en el estómago, son las que identifican la presión. A ellas se les denomina baroreceptores. Cuando dichos receptores estomacales sienten que el individuo ha comido suficiente, porque el estómago está lleno y sus paredes tienen mucha presión, el mensajero que conecta el aparato digestivo con el cerebro le dice que ya es hora de dejar de comer.
El portal Saber Vivir tv menciona que es lógico que al beber gran cantidad de agua, ya sea antes de comer o durante la comida, entonces la persona logrará ingerir menos cantidad de alimentos, debido a que su estómago tiene una capacidad limitada para llenarse.
No beba en exceso
Lo que muchos no saben es que beber mucha agua puede llegar a dificultar la digestión. Al terminar de comer, el estómago se cierra y es allí donde comienza la digestión liberando los jugos gástricos.
El problema es que si ha bebido agua en exceso, este líquido dificultará la digestión porque va a diluir esos jugos que descomponen los alimentos, haciéndolos menos ácidos. Es así como la digestión se convertirá en un proceso menos eficaz y mucho más lento.
Algo que también debe tener en cuenta es el agua que se ingiere después de consumir los alimentos.
Sobre todo porque para lograr alcanzar una digestión rápida, lo recomendable es no beber agua hasta pasados los 30 minutos después de las comidas, como mínimo.
Recomendaciones para sentirse saciado
Si lo que quiere es sentirse lleno, pero con un organismo ligero y sin dolor, entonces puede seguir alguna de estas alternativas:
Coma despacio
Si usted es de los que ingieren los alimentos demasiado rápido, aunque las paredes del estómago tengan presión, el nervio vago no tendrá el tiempo para avisar que está lleno y, por el contrario, seguirá comiendo aunque no lo requiera.
Los especialistas recomiendan masticar los alimentos a conciencia y descansar entre bocado y bocado, disfrutando de los sabores. Algunos han llegado al punto de aconsejar masticar cada alimento 30 veces para lograr que este llegue al estómago rápidamente y empiece la digestión.
7 horas para descansar
Al dormir, el estómago genera una hormona llamada leptina u hormona de la saciedad. En cambio al estar despierto, el organismo genera una hormona denominada antagonista, la grelina u hormona del apetito.
Es decir que cuanto menos se duerma, menos hormona de la saciedad se generará y en cambio habrá lugar para más hormona del apetito.
Tenga cuidado con las harinas y las grasas
Las harinas refinadas y las grasas saturadas son los nutrientes que más aportan energía al organismo y en menos tiempo. Es por esta razón que el cerebro siempre pide más y más, y es difícil llegar a saciarse con ellos.
Prefiera los alimentos ricos en fibra y proteínas
Entre los alimentos que más beneficios le pueden aportar están:
- Hortalizas
- Huevos
- Legumbres
- Pescado
- Carne
Y aunque estos alimentos pueden ser un poco más duros de digerir, consumiéndolos logrará mantener el aparato digestivo bastante ocupado, por lo menos durante unas cuantas horas, antes de que vuelva a pedir comida.
Tenga presente que el agua sí es necesario consumirla, pero para evitar problemas puede hacerlo luego de pasada una hora de haber ingerido algún alimento.