Con el paso de los años, el olvido de ciertos recuerdos parece natural. Sin embargo, el deterioro de la memoria puede interferir en la vida diaria. En casos graves, la pérdida de la memoria puede estar asociada a la aparición de lesiones cerebrales o a la demencia, relacionada con enfermedades como el alzhéimer.
De ahí la importancia de tener una actividad cerebral constante desde la niñez, la adolescencia o la juventud. Al igual que el cuerpo necesita actividad física para estar saludable, el cerebro requiere cierta actividad regular. Aunque cada caso es único, algunos hábitos pueden mejorar la salud cognitiva.
1. Meditar.
Esta práctica no solo ayuda a contrarrestar el estrés del día y a sentir paz interior, sino que también puede ser una gran estimulación para el cerebro. Según un estudio de Britta Hölzel, psicóloga del Hospital General de Massachusetts y de la Facultad de Medicina De Harvard, adquirir este hábito puede ser favorable para la memoria.
Para la experta, 30 minutos de meditación diaria durante ocho semanas aumenta la materia gris del cerebro en la zona el hipocampo, relacionada con el aprendizaje y la memoria, y a la vez disminuye la materia en la zona de la amígdala cerebral, relacionada con el estrés.
2. Rompecabezas.
Investigaciones demuestran que armar rompecabezas estimula distintas partes del cerebro asociadas al pensamiento estratégico y a la visualización de movimiento.
Un estudio publicado en Frontiers in Aging Neuroscience, destaca que los rompecabezas ayudan a mejorar las habilidades cognitivas. Esta práctica entrena la paciencia y la inteligencia espacial, pero también fortalece la memoria y la creatividad.
3. Videojuegos.
Una investigación con apoyo del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por su sigla en inglés) y otras entidades de los Institutos Nacionales de Salud, los videojuegos pueden ser útiles para habilidades cognitivas relacionadas con el control de los impulsos y la memoria funcional en niños y adolescentes.
Especialmente los juegos relacionados con estrategia o acción, podrían contribuir a mejorar la atención, la habilidad para resolver problemas y la flexibilidad cognitiva.
¿Qué hacer con los adultos mayores?
Existen pequeñas actividades que pueden incorporarse en la cotidianidad de los adultos mayores para favorecer su memoria. Hacerles protagonistas de cualquier conversación y darles la oportunidad de compartir recuerdos del pasado puede ser un gran ejercicio de memoria.
Siempre existe la posibilidad de aprender algo nuevo, por eso, un idioma diferente o manejar un dispositivo tecnológico son buenas opciones para que un adulto mayor esté entretenido y con la mente activa.
Tareas diarias como escribir la lista de la compra o calcular cuánto cuesta algo también puede ejercitar su memoria y, al mismo tiempo, involucrarlos en las tareas del hogar. Otro factor importante es establecer rutinas diarias, pues es clave que en esta etapa de la vida, las personas mantengan su autonomía por medio de acciones cotidianas.