El maíz hace parte de la mayoría de las despensas de los hogares colombianos, gracias a su versatilidad para añadirlo a platos fuertes, entradas, al desayuno, como merienda o incluso en algunos batidos.
“En cocina, cuando la mazorca está tierna y es de maíz dulce, se consume crudo, en ensaladas, asado, frito, guisado o cocido. En repostería también se recurre habitualmente a este cereal. Son muy populares las palomitas, fabricadas con maíz tostado. Su valor alimenticio lo proporcionan las proteínas, lípidos y glúcidos que contiene en cantidades importantes”, afirma sobre este alimento la Fundación Española de Nutrición.
Dentro de los beneficios del consumo de maíz se encuentra su capacidad de fortalecer el sistema inmune porque está compuesto de carotenoides que, según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se convierten en vitamina A, misma que guarda relación con la formación de ciertos tejidos del cuerpo.
De todos modos, antes de consumir el alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien lidere el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Según la base de datos nacional de nutrientes del Departamento de Agricultura de EEUU, el maíz no solo proporciona las calorías necesarias para un metabolismo saludable y diario, sino que también es una rica fuente de vitaminas A, B, E y muchos minerales.
No obstante, es importante señalar que ningún alimento por sí solo va a ser capaz de curar una enfermedad y para prevenir las enfermedades oculares se deben tener en cuenta otras recomendaciones como:
1. Comer una dieta saludable y equilibrada. La dieta debe incluir bastantes frutas y verduras, especialmente verduras amarillas y de hojas verdes. Comer pescado rico en ácidos grasos omega-3, como el salmón y el atún también puede beneficiar a los ojos.
2. Mantener un peso saludable. Tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diabetes. La diabetes pone en mayor riesgo de contraer retinopatía diabética o glaucoma.
3. Hacer ejercicio regularmente. El ejercicio puede ayudar a prevenir o controlar la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto. Estas enfermedades pueden conducir a algunos problemas del ojo o de la visión. Las nuevas directrices de la OMS recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.