Los ataques cardíacos se producen cuando hay bloqueo del flujo de sangre que va al corazón y, en buena parte de los casos, las consecuencias pueden ser mortales. Solo en Estados Unidos cada año se calcula que unas 80.000 personas lo sufren.
MedlinePlus explica el detonante más frecuente con una enfermedad en las arterias coronarias la cual, a su vez, está vinculada con el exceso de colesterol en las arterias. Se considera que es una de las causas de muerte más alta tanto en hombres como en mujeres estadounidenses.
Acudiendo a recopilaciones del medio Saber Vivir, se hizo la compilación de estudios posteriores con personas que sufrieron de un infarto súbito, “interrupción súbita de toda la actividad del corazón debido a un ritmo cardíaco irregular”, según la Clínica de Mayo, y fueron comparados con otros sujetos que llegaron a un hospital de urgencias con síntomas parecidos, pero sin sufrir infarto.
Al efectuarse la comparación, se encontró que “había síntomas comunes en las personas que sufrían un paro cardíaco repentino”. Para ser más precisos, los investigadores destacaron dos síntomas que se repitieron en la mitad (50 %) de los pacientes: uno más frecuente en hombres y otro en mujeres.
Para el caso de los hombres que participaron en el estudio, el síntoma de alerta es la sensación de dolor en el pecho. Este signo genera una posible presión incontrolable en el pecho, como si se estuviera sosteniendo peso acumulado; de hecho, según la intensidad, la dolencia puede llegar hasta la mandíbula, el cuello y el brazo (izquierdo que es el que conecta con el corazón).
En cuánto al registro de las mujeres, el síntoma más repentino es el de la falta de aliento y la dificultad para respirar. “Posteriormente, suele aparecer el dolor en el pecho, pero en algunos casos este es el único síntoma de infarto que se produce en la mujer”, según Saber Vivir.
Otros de los síntomas de aviso hasta 24 horas antes de tener un paro cardiaco son la sudoración, las convulsiones, la debilidad, las náuseas y los vómitos.
Si embargo, el hecho de padecer alguno de los síntomas enunciados anteriormente no necesariamente produce un paro cardiaco. No obstante, los expertos comentan que si los signos son experimentados por sujetos con hipertensión, diabetes o una enfermedad cardiaca subyacente, lo más probable es que sí se trate de una alerta horas antes de sufrir un paro cardiaco.