La búsqueda de una cintura más delgada y un abdomen tonificado es una meta común para muchas personas en la actualidad. Sin embargo, más allá de la estética, reducir el abdomen también conlleva una serie de beneficios para la salud.
El exceso de grasa abdominal, especialmente la grasa visceral que rodea los órganos internos, está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Reducir el abdomen puede ayudar a disminuir los factores de riesgo, como la presión arterial alta y el colesterol elevado, mejorando la salud del corazón.
El aumento de la grasa abdominal se asocia con una mayor resistencia a la insulina y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Perder grasa en esta área puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y prevenir problemas metabólicos, además, en términos osteomusculares alivia la tensión en la zona de la espalda.
En este sentido, llevar un exceso de grasa abdominal puede causar fatiga y falta de energía debido a la carga adicional que pone en el cuerpo. Al reducir el abdomen, se puede experimentar un aumento en la vitalidad y la energía.
Para lograr estos beneficios y disminuir los riesgo de desarrollar complicaciones de salud por cuenta de un gran volumen en el abdomen, aparte de la alimentación, la actividad física juega un papel relevante y a través de técnicas sencillas que se pueden llevar a cabo desde casa se puede lograr este objetivo.
Uno de los más conocidos es el conocido como “ejercicio de respiración abdominal” o “ejercicio de respiración profunda”, muy común en la cultura japonesa. Esta técnica de respiración controlada puede ofrecer beneficios como:
- Relajación: practicar la respiración profunda puede inducir una sensación de relajación y calma, reduciendo el estrés y la ansiedad. El estrés crónico puede contribuir al aumento de peso abdominal debido a las hormonas del estrés que afectan la distribución de la grasa.
- Mejora de la digestión: puede estimular la función del sistema digestivo y mejorar la circulación sanguínea en la zona abdominal, lo que puede contribuir a una mejor digestión y reducir la hinchazón.
- Fortalecimiento del músculo abdominal: aunque el ejercicio no es de alta intensidad, el enfoque en expandir y contraer el abdomen puede ayudar a fortalecer ligeramente los músculos abdominales.
- Promoción de la conciencia corporal: al llevar a cabo estos movimientos y centrarse en el abdomen, se puede aumentar la conciencia de la postura y el uso adecuado del diafragma al respirar, lo que puede influir en una mejor postura abdominal.
- Control de porciones: algunas personas utilizan la respiración consciente antes de las comidas para aumentar la conciencia de su hambre y saciedad, lo que podría ayudar a controlar el consumo excesivo de alimentos y por ende prevenir el aumento de peso.
Para llevar a cabo este ejercicio lo primero es sentarse o acostarse en una posición cómoda y relajada. Una de las manos se coloca sobre el pecho y la otra sobre el abdomen, justo por encima del ombligo.
Posterior a esto se inhala profundamente por la nariz, permitiendo que el aire llene los pulmones y expanda el abdomen. Debería sentir que la mano en el abdomen se eleva mientras el pecho se eleva solo ligeramente. Se exhala lentamente por la boca, sintiendo cómo el abdomen se contrae mientras expulsa el aire.
Este proceso se debe repetir varias veces, centrándose en respirar profundamente desde el diafragma. Es importante tener en cuenta que, si bien el ejercicio de respiración abdominal puede ser beneficioso en términos de relajación y mejora de la digestión, no es una solución única para la reducción del abdomen. La reducción de grasa abdominal también requiere una dieta saludable, actividad física regular y enfoques integrales para la pérdida de peso.