Las venas varicosas son venas hinchadas y retorcidas que pueden visualizarse debajo de la piel. Por lo general estas suceden en las piernas, pero también se pueden dar en otras partes del cuerpo humano.
Las venas poseen válvulas unidireccionales en su interior que se abren y cierran para mantener el flujo de sangre hacia el corazón.
Cuando dichas válvulas no funcionan de manera correcta, la sangre regresa por la vena, causando inflamación por la cantidad que allí se acumula, lo que con el pasar del tiempo provocará varices.
¿Cómo se puede aliviar las venas varices?
Actividades como hacer ejercicio, perder peso, elevar las piernas al descansar y no cruzarlas al sentarse son algunas de las recomendadas que puede ayudar a evitar que las várices se agraven. El vestir ropa suelta y evitar largos períodos de pie también puede ser beneficioso.
Si las várices son dolorosas, el médico puede recomendar procedimientos para extirparlas. Es importante recordar que es supremamente necesario que el especialista de salud sea la persona encargada de indicar el tratamiento adecuado.
El truco del vinagre de manzana
Una buena opción para aliviar la inflamación y dolor de las várices es con el vinagre de manzana, ya que es un poderoso antiinflamatorio natural. El vinagre de manzana ayuda a mejorar la circulación y a que se reduzca el tamaño de las várices en las piernas.
Lo único que se debe realizar es aplicar el vinagre de manzana en la zona afectada, especialmente en las noches, dejarlo actuar durante media hora y enjuagar con agua. Por lo ta la mañana siguiente notarás la mejoría.
Conozca los factores de riesgo de la Trombosis
En detalle, esta enfermedad ocurre cuando se interrumpe el flujo de circulación sanguínea dentro de la pierna, a partir de allí el coágulo comienza a causar dolor e hinchazón debido a la inadecuada circulación. En situaciones extremas, el coágulo puede desprenderse de la pared de la vena y llegar al pulmón, causando una embolia pulmonar que incluso puede llevar a la muerte. Por ello, un estilo de vida sedentario resulta riesgoso, pues como los músculos de la pantorrilla ayudan a bombear sangre desde los pies hasta el corazón a través de las venas, una persona sedentaria es más propensa a tener estos músculos inactivos.
Cabe destacar que existen otro tipo de factores que inducen al padecimiento de la trombosis. La genética, por ejemplo, es una de las principales causas, pues existen investigaciones que demuestran que las trombofilias pueden ser transmitidas de padres a hijos. La obesidad también es un factor de riesgo, puesto que el exceso de grasa corporal aplica una gran presión sobre las extremidades inferiores, dificultando la circulación de la sangre y propiciando el bloqueo y la formación de cúmulos de grasa en las paredes de las venas y arterias, causando no solo trombosis, sino también aterosclerosis, hipertensión e incluso accidentes cardiovasculares.
El tabaquismo, por su parte, también estimula la rigidez y la formación de placas en las paredes de las arterias, con ello el flujo sanguíneo disminuye y aumentan las posibilidades de contraer trombosis. Asimismo, una alimentación inadecuada también se relaciona con esta enfermedad, pues una dieta totalmente desequilibrada puede elevar los niveles de grasa en la sangre y dificultar su circulación. Otra de las causas que está relacionada con el padecimiento de la trombosis es la Varice, que afecta principalmente a las mujeres, ya que esta dilatación de las venas surge de una circulación sanguínea deficiente.