El hígado graso es una de las patologías que puede llegar a causar diversos inconvenientes en la salud de las personas y, si no se trata a tiempo y de la mejor forma, puede llegar a desencadenar en cirrosis y hasta cáncer de hígado.
En ocasiones, las personas no identifican rápidamente que tienen este tipo de patología, por lo que siguen con sus hábitos alimenticios comunes y puede que el problema empeore. En ese sentido, algunas de las señales que pueden demostrar que se puede estar sufriendo de hígado graso son dolores abdominales, fatiga, piel de tonalidad amarilla y debilidad.
En el mercado existen algunos medicamentos que pueden ayudar a disminuir la presencia de grasa en el hígado, sin embargo son químicos que, al fin y al cabo, pueden llegar a ocasionar efectos secundarios en el cuerpo.
Por ello, la mejor opción siempre, según los expertos, será la correcta alimentación, y con esto se refieren a consumir alimentos que aporten nutrientes que evitan la acumulación de grasa en el hígado, pero a la vez rechazar la ingesta de algunos otros tipos de comida que empeoran el problema.
En ese sentido, según una publicación de la revista Mejor Con Salud, algunos de los alimentos que son aliados del buen estado del hígado son los frutos secos, entre los que están: las nueces, almendras y avellanas.
Los elementos anteriormente mencionados, según el portal Tua Saúde, “además de las vitaminas y minerales, los frutos secos poseen fibras que disminuyen la absorción de grasa a nivel intestinal y favorecen el aumento del colesterol bueno HDL, protegiendo al hígado y evitando la acumulación de grasa en él”.
Los frutos secos se caracterizan por tener altos contenidos de vitaminas A, E, B, además de ácidos grasos como el omega-3, magnesio, calcio, fósforo y proteínas.
Los especialistas recomiendan que estos alimentos sean consumidos de manera cruda e individual, para poder aprovechar al máximo sus nutrientes. Sin embargo, también se pueden combinar en algunas preparaciones como ensaladas, pueden ser rayados y esparcidos en comidas como postres y hasta jugos naturales.
No obstante, también hay algunos alimentos que deben ser evitados a toda costa cuando se tiene hígado graso, como por ejemplo el exceso de azúcar y de grasas saturadas, es decir las que se encuentran en alimentos fritos como la comida rápida.
Agua de piña para mejorar el hígado graso
El consumo de algunos frutos secos puede ser potenciado con la preparación de bebidas que puedan ayudar a depurar la grasa del hígado, y uno de los ingredientes principales para este fin es la piña.
Por eso, es recomendable hacer una especie de jugo con una piña, medio pepino, media taza de apio y un limón. Además, es importante mencionar que no se debe agregar ningún tipo de endulzante, debido a que las frutas ya contienen cierto porcentaje de azúcar y consumir este producto en exceso puede incluso llegar a empeorar el hígado graso.
En el portal digital de ‘Gastrolab’ se explicó que la combinación de estos ingredientes permite desintoxicar el organismo y eliminar las toxinas presentes en el hígado. De hecho, es poderosa porque puede mejorar el tránsito intestinal y el sistema digestivo.
Sin embargo, el consumo de esta bebida debe ser moderado, por lo que se recomienda consumirla al menos dos veces a la semana.
No obstante, si se identifica que alguno de estos alimentos genera algún efecto anormal en su salud, se recomienda suspender el consumo de inmediato y acudir a un especialista, para que sea este quien indique los pasos que debe seguir para poder aliviar el hígado graso de la mejor manera.