La árnica es una planta medicinal originaria de Europa y Asia, esta se ha utilizado durante siglos para tratar una variedad de afecciones, inflamaciones e incluso para las cicatrices. En la actualidad esta planta es usado como remedio popular para tratar lesiones musculares, moretones, dolores y también cicatrices o marcas de acné.

Esta planta era utilizada desde tiempos inmemoriales para preparar remedios fitoterapéuticos y homeopáticos, ahora se utiliza como ingrediente natural en geles y cremas, pomadas y parches analgésicos, y también en comprimidos e infusiones.

La Senecio formosus o Arnica es una planta medicinal hallada en el municipio de Sibaté. | Foto: Grupo de Estudios Botánicos - Rodamonte

Esto se debe a que, según algunos estudios, tiene ciertos efectos en la circulación sanguínea, lo cual podría ayudar a acelerar el proceso de recuperación de varios tipos de lesiones.

Esta planta se puede utilizar de distintas maneras como el aceite de árnica el cual se puede utilizar antes y después de hacer deporte, pues es muy popular entre los deportistas, que se la aplican en forma de aceite sobre el cuerpo antes y después del entrenamiento. Aplicado antes, previene los calambres, y masajeado después relaja los músculos.

También se puede usar en gel o crema de árnica, con facilidad se puede encontrar en farmacias y tiendas naturistas e Internet. Si se necesita una acción potente, existen geles que pueden tener entre un 98% y un 99% de este principio activo.

Otra manera de utilizar esta planta es por medio de remedios caseros, su preparación es sencilla, solo se necesitan algunas flores secas, se pueden infundir en aceite o remojar en agua para hacer una primera parte del producto.

Es primordial saber que estas pueden ser altamente tóxicas, por lo que no se deben ingerir o aplicar sobre heridas abiertas. Sin embargo, su uso externo tiene muchos beneficios y es 100 % seguro.

Crema de árnica

  • ½ taza de árnica seca (250 g)
  • ¼ de taza de cera de abejas rallada (62 g)
  • ¼ de taza de manteca de cacao (62 g)
  • ⅔ taza de aceite de almendras dulces o semillas de uva (156 g)
  • ¼ de cucharadita de bórax (1,2 g)
  • ¼ de taza de agua destilada (62 ml)
Una de las propiedades por las cuales se caracteriza esta planta es aliviar los dolores provocados por contusiones que al estar compuesta de lactonas. | Foto: El País

Paso a paso

En un recipiente que sea resistente al calor, se debe poner a calentar al baño maría el aceite con el árnica seca durante media hora. Después es necesario filtrar las flores a través de una tela o malla y desecha los restos.

A la media taza de la infusión de aceite, agregarle la cera de abejas y la manteca de cacao, esto se debe dejar derretir a fuego bajo.

Mientras tanto, en otro recipiente, se debe mezclar el bórax en el agua y ponlo en el fuego hasta que se caliente bien.

Cuando ambas mezclas estén en su punto, se deben unir en un solo recipiente (en este paso se debe ser cuidadoso, pues en este paso puede haber una reacción burbujeante).

Finalmente, se debe revolver todos los ingredientes hasta que la mezcla tenga un resultado homogéneo. Dejar reposar y luego batirla un par de minutos para lograr una consistencia cremosa.

La crema de árnica casera se debe guardar en un frasco hermético y debe ser almacenada en un lugar oscuro. Almacenada en buenas condiciones, esta crema de árnica casera puede durar en buenas condiciones entre 3 y 6 meses.

Modo de aplicación

Para utilizarla se debe aplicar sobre la piel en pequeñas cantidades y aplícala para masajear la zona afectada. Sin embargo, no se debe aplicar en la piel abierta.

Aceite de árnica

Se debe colocar en un recipiente aceite de almendras o de oliva junto con las flores del árnica y tapar con aluminio, para luego agitar. El siguiente paso es guardar el recipiente en un lugar con ventilación y oscuro por al menos un mes.

Las propiedades del aceite de Árnica son destacadas, y es que esta planta favorece y mejora la circulación sanguínea, ayuda a desinflamar y aporta un efecto analgésico. | Foto: El País

Después de que la mezcla esté reposada, se debe verter en otro envase de vidrio y conservar en un espacio fresco.

Las anteriores recetas no deben ser ingeridas, sino usadas en las zonas donde hay dolor muscular o contusiones.