Tanto la pérdida de memoria como la concentración son dos actividades mentales que suelen perderse con el paso de los años y que la mayoría de personas buscan conservar debido a su importancia para el desarrollo de tareas cotidianas.
Con el envejecimiento, hay cambios en la estructura y función del cerebro que pueden afectar la memoria y la concentración. Las conexiones neuronales pueden volverse menos eficientes y la velocidad de procesamiento de la información puede disminuir.
De igual manera, el estrés crónico y la ansiedad pueden afectar la función cognitiva, incluida la memoria y la concentración. El cortisol, una hormona liberada en respuesta al estrés, puede tener efectos negativos en el cerebro a largo plazo. Y a este tipo de hábitos o padecimientos pueden sumarse otros como la falta de sueño, pues en esta actividad el cerebro procesa y consolida la información, lo que es esencial para una función cognitiva óptima.
Resulta entonces importante cuidar y mantener la salud cerebral a lo largo de la vida a través de un estilo de vida saludable, ejercicio regular, manejo del estrés y la búsqueda de actividades mentales estimulantes, pero también a través una dieta equilibrada y saludable que le permita a los órganos involucrados en estas actividades funcionar óptimamente.
En este sentido, aparte de las comidas que normalmente puede ingerirse se encuentran otras preparaciones naturales que pueden traer grandes beneficios para la función cerebral, entre ellos el jugo de manzana, zanahoria y nueces.
Cada uno de estos alimentos aporta elementos de gran utilidad para el mantenimiento de la memoria y la concentración. Por ejemplo, las manzanas son ricas en antioxidantes como la vitamina C y los polifenoles. Los antioxidantes ayudan a proteger el cerebro del daño oxidativo causado por los radicales libres, lo que puede mejorar la función cerebral a largo plazo.
Asimismo, son ricas en quercetina, un tipo de flavonoide que puede ayudar a proteger las células cerebrales, así como los azúcares naturales, en especial la fructosa, que proporcionan una fuente rápida de energía para el cerebro, lo que puede mejorar el enfoque y la concentración a corto plazo.
En el caso de la zanahoria, esta tiene alto contenido de beta-caroteno, un antioxidante que se convierte en vitamina A en el cuerpo. La vitamina A es esencial para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso y la memoria. Además, las zanahorias también contienen vitaminas del grupo B, como la vitamina B6, que juegan un papel en el metabolismo de los neurotransmisores, que son importantes para la función cerebral y la comunicación neuronal.
Por su parte, las nueces son una fuente vegetariana de ácidos grasos omega-3 como el ácido alfa-linolénico (ALA). Estos son importantes para la salud cerebral, ya que ayudan a mantener la estructura de las membranas celulares del cerebro. Las semillas también son ricas en vitaminas y minerales como la vitamina E, un antioxidante importante para proteger las células cerebrales del daño.
Así se prepara el jugo
Esta bebida no requiere de elementos sofisticados para su elaboración por lo que puede consumirse de manera frecuente en casa, especialmente en horas de la mañana por su aporte energético, fácil digestión y sensación de saciedad que puede evitar la ingesta de alimentos menos favorables para la salud durante el día.
Para la preparación se requieren dos manzanas y dos zanahorias maduras, un puñado (aproximadamente 1/4 de taza) de nueces y agua como un elemento opcional para ajustar la consistencia del jugo.
Luego de lavar las manzanas y las zanahorias estas se cortan en trozos pequeños que son más fáciles de licuar y simplemente se llevan a la licuadora o procesador, junto con las nueces, para obtener su jugo.
Si desea una bebida más líquida y sin pulpa, se puede colar la mezcla a través de un colador de malla fina o una bolsa de tela, presionando suavemente para extraer todo el líquido. De igual manera, puede agregarse agua poco a poco hasta lograr la consistencia deseada.