Esta produce, almacena y libera en la sangre las Hormonas Tiroideas: T3 (Triyodotironina) y T4 (Tiroxina), las cuales son vitales porque intervienen en el desarrollo del sistema nervioso, regulan el metabolismo y controlan las funciones de todos los órganos del cuerpo.
Entre esas funciones que vigilan están los latidos del corazón, la glucosa, la concentración del colesterol, y la temperatura corporal.
El hipotiroidismo y el hipertiroidismo son las principales alteraciones en el funcionamiento de la tiroides. Para conocer si usted está sufriendo de la tiroides debe acudir al médico y realizarse unas pruebas específicas que identifiquen como está funcionando dicha glandula.
Entre los síntomas que pueden indicarle que es momento de acudir al especialistas están la pérdida de peso sin causa aparente, el aumento del tamaño de la glándula, la sensación constante de frío o de calor, sudoración excesiva, cansancio y sueño excesivo, cambios en el hábito intestinal como estreñimiento, piel seca y caída abundante del cabello.
Cuidado con la obesidad
La obesidad tiene relación con la tiroides. En el Hipotiroidismo se hace más lento el metabolismo, lo que conlleva a un aumento del peso corporal, con alteraciones de los lípidos y la glucosa.
La memoria también se altera
Si la tiroides funciona mal, tanto en el hipotiroidismo como en el hipertiroidismo, se afecta la capacidad de concentrarse, de prestar atención y la capacidad de memorizar.
Alimentos para que todo funcione bien
No olvide que los altos niveles de azúcar en sus alimentos, alteran el equilibrio de las hormonas tiroideas.