Una proteína como el colágeno en el cuerpo humano es de suma importancia para brindar textura y flexibilidad a diversas partes de este, ya que es un aliado indispensable a medida que el ser humano envejece. Pero con el transcurrir de los años, la producción de esta proteína suele reducirse y esto puede derivar en una serie de complicaciones como dolor articular, pérdida ósea y signos de envejecimiento en la piel.
Y es que cuando se cumplen los 40 años de edad, las células encargadas de la síntesis de colágeno disminuyen su actividad, lo que hace imperativa la atención a la alimentación para contrarrestar esta disminución y mantener la salud de las articulaciones.
Por lo tanto, la Vitamina C es vital para la producción de piel, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos. Además, contribuye a la reparación del cartílago, huesos y dientes, y facilita la absorción del hierro en el organismo humano.
El momento ideal del día para tomar la Vitamina C es en ayunas, ya que en ese momento se considera que es mejor en absorción. Esta se encuentra en distintos alimentos como tomate, melocotón, cebolla y lechuga y también en cítricos como piña, naranja, limones, mandarinas y pomelos.
Los alimentos con vitamina C que ayudan a aumentar la producción de colágeno
- Vegetales de hojas verdes. Son condieradas como una excelente fuente de vitaminas C y A, que estimulan la producción de colágeno en el cuerpo.
- Frutas cítricas. Contienen vitamina C, la cual es esencial para la síntesis de colágeno en tendones y ligamentos.
- Carne magra. Rica en aminoácidos esenciales que son fundamentales para el mantenimiento de los cartílagos y las articulaciones.
- Pescado azul. Contiene altos niveles de colágeno, lo que beneficia la salud cardiovascular y fortalece los huesos.
- Tomate, sandía y pimiento. Son alimentos ricos en betacarotenos, antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento celular.
Tipos de colágeno
Existen varios tipos de suplementos de colágeno disponibles en el mercado, cada uno con características y beneficios específicos. Algunos de los tipos más comunes incluyen:
Colágeno hidrolizado: Es el tipo más utilizado en los suplementos. Se trata de colágeno que ha sido procesado para descomponer las proteínas en fragmentos más pequeños, lo que facilita su digestión y absorción. Este tipo de colágeno se usa comúnmente para mejorar la salud de las articulaciones, la piel y el cabello.
Colágeno marino: Se obtiene de tejidos de animales marinos, como peces y algas. Algunos estudios sugieren que el colágeno marino puede ser más efectivo que el colágeno hidrolizado para mejorar la salud de la piel y las articulaciones.
Colágeno de tipo I y III: Estos tipos de colágeno se encuentran en el tejido conectivo del cuerpo, como el cartílago, los huesos y los tendones. El colágeno de tipo I se encuentra principalmente en la piel, los huesos y los tendones, mientras que el colágeno de tipo III se encuentra en los tejidos conectivos y los músculos. Algunos suplementos combinan ambos tipos para obtener una amplia gama de beneficios.
Colágeno de tipo II: Es esencial para el cartílago y se encuentra en la membrana sinovial y el cartílago articular, ayudando a mantener su elasticidad y resistencia. Es especialmente importante para la salud de las articulaciones.
Colágeno de tipo IV: Es el colágeno principal en la matriz basal de la piel y es crucial para su elasticidad y resistencia.