La vida de las personas puede verse afectada por diferentes excesos, como en la comida, el alcohol, los gastos, entre otros, que conllevan crisis de salud física y mental. Pero un exceso que no es muy tenido en cuenta, es el exceso de trabajo y la autoexigencia laboral, que si bien tiene una justificación económica, de igual forma afecta la calidad de vida.

Uno de estos trastornos laborales que, si bien no está formalizado a nivel médico, aunque se ha venido caracterizando por sus síntomas, se conoce como la “sisifemia” y está asociado con la desmotivación y frustración que sienten las personas en sus trabajos, principalmente derivado de una autoexigencia por cumplir expectativas laborales que con frecuencia no son realistas, para satisfacer a los jefes y ganar un estatus, que puede llevar a colapsos nerviosos y afectar la salud.

En medio de tantas tareas el trabajo empieza a volverse monótono y a perder sentido. | Foto: Getty Images

La “sisifemia” toma su nombre como una alusión al mito griego de Sísifo, un personaje condenado por los dioses a subir una pesada roca por una montaña y cuando llega a la cima, esta vuelve a aparecer en la base, de tal modo que él debe volverla a subir una y otra vez, sin ninguna esperanza de concluir la tarea.

Como el peronaje de Sísifo, las personas con este trastorno están imbuidas en una serie de obligaciones repetitivas que no parecen tener fin, lo que hace perder el sentido y valor del trabajo. Cabe aclarar que esto se presenta, sobre todo, en trabajos donde no se recompensa justamente a los empleados, o hay un ambiente competitivo insano.

Asumir más compromisos de los que exige el trabajo conllevan un desgaste físico y mental. | Foto: El País

“El principal problema es el exceso de autoexigencia y la incapacidad de poner límites cuando está en juego la salud”, comenta la psicóloga Fátima Castaño.

Y agrega que, con frecuencia, las personas “nos autoimponemos llegar a los estándares de calidad que vienen predeterminados socialmente, sin poner ningún tipo de filtro. La tendencia de la sociedad actual a la sobreexigencia, a esa falta de capacidad para decir ‘no’, resulta nociva para la salud mental”.

Para evitar caer en la “sisifemia”, la psicóloga propone establecer metas realistas y límites humanos, “tenemos que trabajar duro para volver a lo que deben ser nuestros estándares alcanzables, qué podemos hacer y qué no, cuáles son nuestras funciones reales y objetivas en función del rol para el que hemos sido contratados, nuestro sueldo y redefinir nuestro puesto recuperando el sentido común”.

Principales síntomas de la “sisifemia”

  • Incapacidad para concentrarse en el trabajo.
  • Ignorar las señales del cuerpo cuando pide un descanso.
El exceso de tareas para cumplir en tiempos muy breves, contribuye a caer en la "sisifemia". | Foto: Getty Images
  • Obsesión por detectar errores en el trabajo.
  • Ansiedad por lo que puedan pensar de su trabajo.

La principal recomendación para evitar caer en la “sisifemia”, según la psicóloga, es definir ritmos y tiempos de trabajo saludables, así mismo debe hacerse una delimitación del trabajo. También, es necesario reforzar la autoestima, no solo con la satisfacción laboral, sino de otros aspectos de la vida personal.