Una de las mayores ambiciones de la humanidad en el campo de la ciencia es encontrar la manera de alcanzar la inmortalidad, o por lo menos, de extender la expectativa de vida de la población.
Aún no hay muchos avances en este sentido para creer que esas posibilidades están cerca, sin embargo, sí se han comprobado modos de vida saludables que terminan permitiendo una vida más larga.
Dan Buettner es un empresario especializado en el estudio de las llamadas “zonas azules”, es decir, aquellos lugares en el mundo en el que parecen darse las condiciones para que las personas vivan hasta los 100 años, o incluso más.
Algunas de estas comunidades son Nicoya en Costa Rica, Ikaria en Grecia, Loma Linda en California, Okinawa en Japón y Cerdeña en Italia. De acuerdo con Buettner, algo que caracteriza a las comunidades de estas ciudades es que tienen una dieta diaria compuesta, en gran medida, por granos y legumbres.
En Cerdeña, por ejemplo, Buettner pudo conocer a la familia considerada como la más longeva del mundo. Se trata de los Melis de Perdasdefogu, los cuales han comido durante toda su vida una sopa de minestrone con pan de masa fermentada y un vaso de vino tinto. Esta sopa tiene legumbres como garbanzos y favas.
La recomendación es comer una gran variedad de legumbres por sus diferentes componentes nutricionales. Los fríjoles, los guisantes, las lentejas y los garbanzos, por ejemplo, son ricos en cobre, hierro, magnesio, potasio, ácido fólico, zinc, lisina, proteínas y fibra.
En cuanto a las capacidades de estos alimentos, los estudios respaldan sus beneficios para una vida más larga. Lo más interesante es que estas legumbres son realmente económicas y de fácil producción en casa, por si la capacidad económica es un problema.
La reducción del colesterol, la prevención de diabetes tipo 2 y la reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardíacas son algunas de las facultades de estos alimentos que ayudan a que las personas sean más proclives a mantener una vida sana por mucho más tiempo.
Ojo al dato: la ciencia encontró tres formas para vivir más
El profesor David Sinclair, genetista de la Universidad de Harvard, asegura que el 20% de la salud futura está establecida por nuestros genes, pero el otro 80% está “bajo nuestro control”, es así como desde la ciencia se habla actualmente de las maneras que hay para aumentar los años de vida saludable y vivir más.
Así como hay factores que ciertamente nos ayudan a tener una vida más saludable hay otros aspectos y hábitos negativos que aceleran el envejecimiento y destruyen con rapidez todos los recursos que el cuerpo tienen para su sobrevivencia.
El estrés, la contaminación, la dieta, el tabaquismo, y la falta de ejercicio así como el excesivo consumo de alcohol y otras sustancias nocivas pueden acelerar el envejecimiento; pero si usted es de lo que tachó la lista y no hace nada de esto, sepa que incluso el dormir mal y no socializar ni preocuparse por la salud emocional puede acortar sus días.
Desde la ciencia y con los avances de la tecnología han logrado establecer que hay tres maneras de alargar los días y una de ellas de acuerdo con la organización investigativa Alzheimer’s Research UK, es prevenir la enfermedad de la demencia, pues según sus datos, una de cada dos personas tendrá demencia o tendrá que cuidar a un ser querido que sufra esta enfermedad, que es la principal causa de muerte en distintos países.
Y pese a que no tiene cura aún los especialistas están usando medicamentos que ayudan a ralentizar el proceso de la enfermedad, descomponiendo proteínas tóxicas que se acumulan en el cerebro en etapa temprana.
La otra forma que han indicado desde la ciencia funciona, por lo menos en ratas hasta el momento, es el intercambio de plasma de sangre, o como comúnmente se conocen las transfusiones de sangre y las donaciones de plasma de jóvenes a mayores.
Harold Karcher, un doctor especialista experimento junto a su equipo, como extender la vida de una rata de laboratorio y lo logró por 47 meses más, gracias a la infusión de plasma sanguíneo de una rata más joven.
“El objetivo real de nuestros experimentos no es tanto extender la vida, sino extender la juventud, rejuvenecer a las personas, hacer que sus años dorados sean realmente años dorados, en lugar de años de dolor y decrepitud”, afirmó el especialista en ese momento.