La vitamina K es una sustancia que el cuerpo necesita para formar los coágulos y detener los sangrados.

Los bajos niveles de vitamina K pueden provocar un sangrado peligroso en los recién nacidos y en los bebés. La vitamina K que se administra al nacer puede llegar a brindar protección contra los sangrados, que podrían presentarse precisamente por los bajos niveles de esta vitamina esencial.

Los adultos obtienen la vitamina K de los alimentos que consumen y uno de ellos es el tomate, el cual es utilizado no solo para enriquecer las recetas, sino que aporta muchos beneficios para la salud.

En el mundo se han desarrollado más de 20.000 variedades de tomates con formas, colores y aromas diferentes. La mayoría son rojas, aunque también las hay amarillas, naranjas, rosadas, púrpuras, verdes o multicolores.

La organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda consumirlo crudo, en sopas frías, ensaladas, untado en una rebanada de pan o en zumo, pero lo ideal es consumirlo a como de lugar.

Para consumir y recibir la vitamina K que se requiere son necesarias 5 piezas de tomates.

Propiedades

Entre sus muchos beneficios se encuentran:

Mejora la circulación sanguínea

Contiene hierro, el cual es un mineral muy saludable para el buen estado de la sangre, así como vitamina K, que es la encargada de ayudar a controlar la coagulación. Es indispensable consumirlo porque ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Protege la vista

La vitamina A que posee mejora la visión y ayuda a proteger los ojos de las enfermedades degenerativas.

El tomate aporta fibra y le dice adiós al estreñimiento. | Foto: ja/Getty Images

Evita el estreñimiento

El consumo de tomate genera un gran aporte de fibra, la cual se encarga de cuidar el tránsito intestinal y evitar la aparición de enfermedades que tengan relación con los órganos gastrointestinales.

Cuida la piel

Como tiene propiedades antioxidantes, el tomate se convierte en un remedio natural eficaz contra el envejecimiento, siendo además un gran aliado para el cuidado de la piel, el cabello y los dientes.

Es diurético

El tomate contiene potasio y bajos niveles de sodio, por lo que evita la retención de líquidos y la eliminación de toxinas

El tomate puede consumirse en jugos, sopas o crudos. | Foto: Getty Images

Antioxidante

Es rico en licopeno, el cual es un antioxidante más potente que la vitamina E. De igual manera contiene otros carotenos, por lo que es considerado un poderoso antioxidante que cuida el organismo.

Su consumo mejora la circulación sanguínea. | Foto: Getty Images

Para provechar el tomate

Para sacar el máximo partido al tomate, conviene tener en cuenta algunos consejos:

Al comprarlos, es mejor seleccionar aquellos que tengan colores vivos, piel fina sin arrugas, grietas, golpes o puntos blandos.

Los tomates maduros se caracterizan por ser muy ligeros al tocarlos y por tener un aroma dulce bastante perceptible.

Si no los ha abierto o aún no están listos para tomar, lo mejor será guardarlos a temperatura ambiente y no expuestos a la luz directa.

Para acelerar el proceso de maduración, pueden depositarse en una bolsa de papel junto a un plátano o una manzana.

En cambio si ya está demasiado maduro, lo mejor será guardarlo en la nevera. En dicho caso debe sacarse 30 minutos antes de ser consumidos, para poder recuperar su máximo sabor y su jugosidad.

El licopeno se encuentra en mayor concentración en la piel del tomate, por eso cuando está más rojo es por que más licopeno tiene.

A diferencia de la mayoría de los antioxidantes, el licopeno se absorbe mejor tras procesarse por medio de la cocción o exprimido. El zumo de tomate o el tomate cocido permite una mayor asimilación del licopeno que el que llega a brindar el tomate crudo.

Otros alimentos que contienen vitamina K

Col rizada

Espinacas

Brócoli

Ciruelas pasas

Aguacate

Queso duro

Guisantes verdes

Kiwi

Moras

Pollo

Hígado de res