Con la llegada de la modernidad, uno de los hábitos que se ha vuelto común es la búsqueda de una alimentación saludable, que no solo contribuya a mantener una buena figura corporal, sino también a evitar la gran amplia gama de enfermedades que se ven impulsadas cuando los alimentos ingeridos no contienen los mejores ingredientes.
Por el lado de los especialistas, estos cuidados han sido recibidos con buenos ojos y han señalado que es importante no limitarse en los alimentos positivos, por el contrario, ampliar la dieta y sumar productos con otros valores nutricionales favorables es la recomendación.
Son muchas las alternativas, pero una de ellas que tiene varios efectos positivos por la alta cantidad de nutrientes es la quinoa. Esta semilla, conocida comúnmente como un grano integral, es de las más buscada en regiones como Europa y distintas partes de América por la facilidad en su cultivo.
Incluso puede crecer en condiciones climáticas complejas, a más de 3000 metros de altura, por ejemplo, y una vez va cumpliendo su proceso de crecimiento toma distintos colores.
Aunque no lo parezca, por ser una semilla, es utilizada en muchas recetas comunes, como las hamburguesas y otras comidas rápidas no muy recomendadas. También ha sido incluida en las ensaladas y ha cogido reconocimiento la posibilidad de usar la quinoa como un reemplazo del arroz.
Y es que sus beneficios no son pocos ni menores. Ha sido destaca como una “bomba” de minerales, ya que contiene zinc, fósforo, calcio, hierro y magnesio. Adicionalmente, está libre de gluten, por lo que el grupo de los celíacos, no aptos para consumir esto, también pueden incluir la quinoa en la dieta.
Es rica en fibra y ácidos omega 3 y 6, por lo que tiene un efecto de regulación de la glucosa en la sangre, reduciendo el riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares, y además ayuda a optimizar el funcionamiento intestinal.
En el campo de las vitaminas no se queda atrás; la riboflavina, piridoxina, tiamina y la niacina son las que contiene en mayor cantidad.
Todos estos beneficios han sido comprobados por diferentes instituciones especializadas en el mundo. “La quinoa está emergiendo como una fuente de calidad de proteínas, minerales, y ha sido explotada en el desarrollo de alimentos sin gluten y productos enriquecidos con nutrientes”, sentenciaron universidades portuguesas, italianas y alemanas en un estudio conjunto.
Pero hay que tener en cuenta que la quinoa no se puede consumir una estricta preparación. Una vez compradas, las semillas se deben lavar muy bien con agua fría en chorro, sin dejarlas en remojo.
Después habrá que cocerlas, para lo cual se necesitarán dos tazas de agua por una de quinoa, tal como ocurre con el arroz. Primero se pone al fuego el agua y se deja que hierva, en cuyo momento habrá que bajar la llama y depositar las semillas en el agua hervida.
Se pueden dejar allí por un tiempo estimado de 15 minutos hasta que estén listas, lo que se podrá verificar observando si estas duplicaron su tamaño. Si es así, ya podrán ser consumidas.
¿Cómo se prepara la quinoa para adelgazar?
Antes de cocinarla, la quinoa se debe preparar concienzudamente para poder mejorar el sabor, pues en primera instancia, esta es muy amarga. Lo primero que se debe hacer para ella es que se debe lavar de la mejor manera para eliminar el sabor amargo que esta trae de manera natural. Para hacerlo, se deben seguir los siguientes pasos:
- Llenar un recipiente con agua natural
- En otro plato, se debe esparcir la quinoa y posterior a eso, se deberá tocar; si se nota alguna piedra, sácala pues, en ocasiones, este alimento puede incluir trocitos de piedra
- Ahora, se introduce la quinoa en el plato con agua y cubrirlas por completo. Posterior a eso se deberá remover y, después, escurrirlas eliminando todo el agua.
- Este proceso de enjuagado se debe repetir unas 4 o 5 veces para que, así, nos aseguremos de que realmente están limpias.
- A continuación, se debe llenar de nuevo el recipiente, cubrir la quinoa y dejar que reposen durante 1 hora.
- Cuando haya pasado esta hora, se debe eliminar el agua y limpiar la quinoa en un escurridor con agua del grifo.