Una de cada cuatro personas en el mundo sufre de enfermedad por hígado graso. Aunque se desconoce la causa de esta afección, es común entre quienes tienen diabetes tipo 2, prediabetes, altos niveles de lípidos en sangre, presión arterial alta o en pacientes con ciertos trastornos metabólicos.
Tanto la enfermedad de hígado graso como la enfermedad del hígado graso por alcohol son afecciones silenciosas. Sin embargo, es posible que el paciente presente síntomas como cansancio o tenga molestias en el lado superior derecho del abdomen.
La ausencia de síntomas dificulta el diagnóstico de la enfermedad por hígado graso. En caso de sospechas, el médico evalúa la historia clínica, análisis de sangre y de imágenes, y en ocasiones una biopsia y un examen físico.
La Biblioteca Nacional de Medicina Medline Plus explica que, como parte de la historia médica clínica, el médico evaluará el consumo de alcohol, así como el uso de medicamentos, pues estas podrían ser algunas causas del hígado graso.
Durante el examen físico, su médico lo examinará y verificará su peso y altura. Algunos de los signos del hígado graso son el hígado agrandado (hepatomegalia) o los signos de cirrosis como ictericia, una afección que causa que la piel y el blanco de los ojos se vean amarillo
En algunos casos, también es posible que lo sometan a pruebas de imagen para comprobar la presencia de grasa en el hígado y su rigidez. Esta última puede significar fibrosis o cicatrización. Y también es posible que necesite una biopsia hepática para confirmar la gravedad del año al hígado.
Hay algunos cambios en el estilo de vida que los expertos recomiendan en estos casos.
- Consumir una dieta saludable, limitar el consumo de sal y azúcar, además de comer muchas frutas, verduras y granos integrales.
- Vacunarse contra la hepatitis A y B, la gripe y la enfermedad neumocócica. Si usted tiene hepatitis A o B junto con hígado graso, es más probable que conduzca a insuficiencia hepática.
- Hacer ejercicio con frecuencia, lo que le puede ayudar a perder peso y reducir la grasa en el hígado