En la actualidad, muchas personas se encuentran atrapadas en trabajos que requieren largas jornadas sedentarias, superando las 40 horas a la semana sentadas frente a un escritorio. Este estilo de vida puede tener un impacto negativo en la salud, aumentando el riesgo de desarrollar problemas como el sobrepeso y la obesidad.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, sostiene que el sedentarismo se encuentra entre los cuatro factores de mayor riesgo de muerte, con el 5,5% del total de las defunciones a nivel mundial y 32 millones de muertes anualmente.
Una de las consecuencias del sedentarismo es la obesidad, junto a la combinación de adquirir el hábito de fumar y una mala alimentación. A largo plazo, estos hábitos pueden traer serias enfermedades, como diabetes, problemas cardíacos, estrés, anemia y dolor de espalda.
El problema que muchas personas enfrentan es la falta de tiempo y, sobre todo, la gran cantidad de horas que pasan frente a la computadora, en un trabajo sedentario. Entonces, ¿qué hacer?
Alimentación equilibrada y consciente
La alimentación juega un papel fundamental para las personas con trabajos sedentarios. Es esencial mantener una dieta equilibrada y consciente para evitar el aumento de peso no deseado. Algunas recomendaciones clave son:
- Planificación de comidas: Preparar con anticipación los almuerzos y meriendas para evitar recurrir a opciones poco saludables en el trabajo, como alimentos procesados y ricos en grasas y azúcares.
- Incorporación de frutas y verduras: Asegurarse de incluir una variedad de frutas y verduras en la dieta diaria, ya que proporcionan nutrientes esenciales y son bajas en calorías.
- Evitar las bebidas azucaradas: Optar por agua, té o café sin azúcar en lugar de bebidas con alto contenido de azúcares añadidos.
Ejercicio físico regular
Dado que la mayoría del tiempo se pasa sentado, es crucial encontrar oportunidades para incorporar el ejercicio físico en la rutina diaria. Aquí hay algunas sugerencias para mantenerse activo:
- Intervalos de actividad: Aprovechar cualquier oportunidad para levantarse y moverse durante el día, como estiramientos cortos, caminar en el lugar o dar un breve paseo durante los descansos.
- Ejercicio aeróbico: Realizar actividades como caminar, correr, andar en bicicleta o nadar durante al menos 150 minutos a la semana, como recomiendan los expertos.
- Fortalecimiento muscular: Incorporar ejercicios de fortalecimiento muscular, como levantar pesas o hacer ejercicios de peso corporal, al menos dos días a la semana.
Gestión del estrés y el sueño
El estrés y la falta de sueño pueden afectar negativamente los hábitos alimenticios y la capacidad del cuerpo para mantener un peso saludable. Por lo tanto, es importante:
- Encontrar formas de reducir el estrés: Practicar técnicas de relajación como la meditación, yoga o respiración profunda.
- Dormir lo suficiente: Establecer una rutina de sueño adecuada y respetar las horas de descanso para promover una recuperación óptima del cuerpo.
Hidratación adecuada
El consumo adecuado de agua es fundamental para mantener el cuerpo hidratado y promover un funcionamiento óptimo del metabolismo. Mantener una botella de agua cerca en el lugar de trabajo puede ser útil para recordar beber agua regularmente.
Por eso, las personas que deben trabajar más de 40 horas a la semana sentadas pueden mantener un peso adecuado al adoptar hábitos saludables que incluyan una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular, gestión del estrés y el sueño, y una adecuada hidratación.