La migración de enfermeros colombianos a países desarrollados se ha convertido en un problema cada vez mayor para Colombia, ya que la fuga de talentos está teniendo un impacto negativo en el sistema de salud del país y pone en riesgo la oferta de servicios para la población. Según datos del Ministerio de Salud, en los últimos años, cerca de 3.000 enfermeros y enfermeras colombianos han emigrado a países como Estados Unidos, Canadá, España, Alemania y Australia en busca de mejores oportunidades laborales y de desarrollo profesional.

Esta situación está generando una escasez de enfermeros en el país, lo que a su vez está afectando la capacidad del sistema de salud para atender las necesidades de la población. Además, la falta de personal cualificado está aumentando la carga de trabajo para los enfermeros que se quedan, lo que puede afectar negativamente la calidad de la atención en salud, especialmente en las regiones donde existe un número insuficiente de profesionales para garantizar los resultados en salud de la población.

“En Colombia, la distribución territorial de enfermeras presenta una gran variabilidad y desigualdad. A pesar de que el país cuenta con un número importante de profesionales de enfermería, la mayoría de ellos se concentra en las grandes ciudades y zonas urbanas, dejando a las áreas rurales y remotas con una grave escasez de personal de salud”, indicó el decano de la Facultad de Enfermería de la Universidad del Bosque, el académico Miguel Sánchez.

La falta de enfermeros en algunas instituciones de salud genera que al personal de enfermería que se queda a laborar en esta, se le recargue de trabajo y esto lo afecta física y mentalmente. Imagen de referencia. | Foto: El País

Según el Ministerio de Salud y Protección Social, los 76.813 enfermeros reportados en el RETHUS para el año 2022, alcanzaban una densidad población de 1,49 x 1.000 habitantes, estando casi 60 puntos porcentuales por debajo de la media de países asociados a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

Estos indicadores son mucho más críticos en regiones rurales y lejanas, mientras que en algunas ciudades como Bogotá y Medellín la tasa de enfermeros supera los 7 por cada 1.000 habitantes, en algunas zonas rurales la tasa es inferior a 1 enfermero o enfermera por cada 1.000 habitantes, en donde se propone la implementación de modelos de salud territorial con base en enfermería y servicios comunitarios de salud.

Esta situación de desigualdad en la distribución territorial de enfermeros tiene graves consecuencias para la población, especialmente en las áreas rurales y remotas, donde el acceso a servicios de salud de calidad se ve comprometido. Además, la falta de personal de enfermería en estas zonas también puede afectar la calidad de vida de los profesionales, quienes a menudo se ven obligados a trabajar en condiciones precarias y con recursos limitados.

Para abordar este problema, el gobierno y las instituciones educativas están trabajando para mejorar las condiciones laborales y de formación de los enfermeros en el país, para que puedan desarrollar sus carreras en condiciones de idoneidad y bienestar para los profesionales. Asimismo, es necesario que se tomen acciones efectivas para abordar este problema y garantizar que el sistema de salud colombiano tenga el personal cualificado que necesita para brindar atención médica de calidad a todos los ciudadanos.

Enfermeros del país han participado en diferentes oportunidades de manifestaciones para reclamar por sus derechos laborales. | Foto: El País

La formación profesional de enfermeras y enfermeros sigue siendo un desafío importante para el sistema de salud a nivel nacional. Se requieren políticas y estrategias efectivas para mejorar la distribución de personal de enfermería y garantizar el acceso a servicio de calidad para todas las personas en todas las regiones del territorio colombiano. De igual forma, trabajar por la concientización social del profesional de enfermería es un asunto prioritario, por lo que la Organización Panamericana de la Salud, OPS, ha solicitado a los gobiernos de la región de las Américas trabajar en mejorar la inversión nacional en los profesionales de enfermería.

En el año 2022, el Estado colombiano cre un Plan Decenal de Desarrollo de Enfermería que incluye aumentar el número de profesionales, mejorar sus condiciones laborales, incrementar la capacidad técnica y científica de los lugares en donde cuidan a la población y promover un enfoque de humanización para la atención de los pacientes.

En la primera línea de la atención en salud

Cada 12 de mayo se celebra en el mundo el Día de las Enfermeras y de los Enfermeros, en honor a Florence Nightingale, fundadora de la enfermería moderna. Imagen de referencia. | Foto: El País

Cada 12 de mayo se celebra el Día Internacional de las Enfermeras y los Enfermeros. En medio de una crisis global de salud, su labor es importante y su compromiso y dedicación son una inspiración para todos los actores del sistema. Este día conmemora el nacimiento de Florence Nightingale, la fundadora de la enfermería moderna, y es una oportunidad para reconocer la importancia del cuidado de la salud y el papel fundamental que desempeñan las enfermeras y enfermeros en países como Colombia.

“La celebración de este día es especialmente significativo, ya que las enfermeras y enfermeros han estado en la primera línea de la atención en salud en contextos como la pandemia, las emergencias y desastres naturales y en la prestación de servicios en todos los niveles de atención, ofreciendo atención profesional para el cuidado de personas, familias y comunidades. Su trabajo ha sido esencial para garantizar la atención médica a los pacientes en todas las regiones del país, especialmente en zonas rurales y remotas, donde en ocasiones son el único recurso de salud disponible para garantizar la atención primaria de las comunidades”, comenta Miguel Sánchez, decano de la Facultad de Enfermería de la Universidad El bosque.

Los Ministerios de Salud de diversos países ratifican los compromisos con los profesionales de Enfermería para garantizar que tengan las condiciones necesarias para desempeñar su trabajo de manera efectiva y segura, para que puedan seguir siendo una fuente de salud para la población.