Desde hace unos años el mundo viene haciendo un giro hacia las recetas saludables, sin gluten, sin conservantes y hechas en casa. Diariamente, nutricionistas, y expertos desentierran de la memoria de la humanidad ingredientes y recetas que se popularizan entre quienes quieren tener un estilo de vida saludable. Hoy por hoy varios expertos han comenzado a hablar del plan de trigo sarraceno, también llamado el pan de las dos mentiras, pues no tiene trigo y tampoco proviene de la península arábica.
Ese pan está hecho con alforfón un grano que se usa desde hace miles de años para eliminar pan y que viene de la zona central de Rusia. Pese a que su uso se extiende a miles de años solo hasta hace poco, su uso se ha extendido por todo el mundo. Debido a que este ingrediente no es un cereal, no contiene gluten, es apto para celiacos y además tiene una alta cantidad de proteínas, por lo que se ha convertido en una alternativa popularizada por los vegetarianos.
Este extraño trigo tiene un alto contenido en fibra que ayuda a regular el tránsito intestinal, además de ser fuente de antioxidantes y es rico en minerales. Los nutricionistas lo recomienda, pues aporta vitaminas como la B1, B2, y B6 así como ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. El consumo de este seudocereal ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL, llamado también colesterol malo, ayuda a controlar el apetito y fortalece el sistema inmunológico.
Su consumo también es considerado por los expertos como antiinflamatorio y es un ingrediente versátil en la cocina. Es recomendable para mejorar la elasticidad de la piel, mejorar la salud ósea y la función cognitiva.
¿Cómo hacer el pan de alforfón?
Primero es necesario lavar el trigo sarraceno, ubicarlo en un recipiente grande para cubrir y dejarlo en remojo por mínimo 8 horas, una vez pasado ese tiempo se debe usar la licuadora para triturarlo junto a 250 ml de agua, levadura, miel, aceite de oliva, y sal, la mezcla debe convertirse en una masa homogénea. Tras este paso se vierte la mezcla en un molde forrado de papel de horno, la masa debe quedar nivelada y debe reposar durante 24 horas en la nevera.
Tras ese tiempo y con el horno precalentado a 200 grados centígrados se hornea el pan insertando un palillo hasta que este salga limpio. Se desmolda y se deja enfriar, se corta en tajadas y las que no se vayan a consumir inmediatamente se pueden guardar en el congelador.