La leche es una fuente de nutrientes importantes, como calcio, proteínas y vitaminas, por lo que puede ser una opción saludable para incluir en el desayuno. Sin embargo, la respuesta sobre si es “bueno” tomar leche en el desayuno puede variar según diferentes factores, como las necesidades dietéticas individuales, las preferencias personales y cualquier condición médica específica.
Más allá de esto, se ha comprobado que sí son varios los beneficios de incluir leche en la dieta, especialmente en el desayuno, uno de ellos es que es una de las mejores fuentes dietéticas de calcio, un mineral esencial para la salud ósea y dental. Además, contiene proteínas de alta calidad que son importantes para la reparación y el crecimiento muscular.
Por si fuera poco, este alimento proporciona otras vitaminas y minerales, como vitamina D, vitamina A y potasio, además de que ofrece hidratación, lo que es importante después de un largo período sin consumir líquidos durante la noche.
Ahora bien, un reciente estudio de la Universidad de Guelph y Toronto, investigó los beneficios que esta bebida láctea tiene para reducir el riesgo de la obesidad y la diabetes, confirmando que reduce la glucosa en sangre durante el resto del día.
No obstante, hay que decir que, esta no es una bebida para todo el mundo, pues algunas personas pueden ser intolerantes a la lactosa o tener alergia a la leche, lo que les dificulta consumirla. En estos casos, existen alternativas de origen vegetal, como la leche de almendras, de soja o de avena, que también pueden proporcionar nutrientes similares.