El café es una bebida casi que imprescindible para muchas personas. Hay quienes cumplen estrictamente su rutina y lo consumen tres veces al día, después o antes de cada comida. Otros, prefieren darse gustos esporádicos e ingerirlo frecuentemente.
Los beneficios podrían desencadenar una lista bastante extensa, pero, en teoría, todo apunta a prevenir y combatir enfermedades. Sin embargo, como dice el dicho " todo en exceso es malo” y el café no es la excepción. Los expertos recomiendan que así como cualquier bebida o comida, el café debe consumirse con moderación.
Los profesionales en salud aconsejan ingerir el café orgánico, es decir, aquel que se produce aprovechando los recursos y capacidades naturales, sin intervención de aditivos sintéticos o químicos conocidos como pesticidas, herbicidas, fungicidas ni fertilizantes.
También recomiendan consumirlo a una temperatura que no supere los 65 grados centígrados ya que “las bebidas extremadamente calientes son un factor de riesgo en la aparición de cáncer”, según el portal Hola.com
Finalmente, uno de los principales factores a tener en cuenta cuando ingerimos café es la cantidad de azúcar. Lo recomendable es tomarlo sin azúcar o sin ningún acompañante que pueda agregar carga calórica innecesaria para la salud.
Beneficios del café sin azucar
Corazón sano
El café sin azúcar ayuda a estimular el metabolismo del cuerpo. Por consiguiente, no solo es bueno para la pérdida de peso sino también para el corazón. Algunas enfermedades cardíacas están relacionadas con las obstrucción de arterias que afectan la circulación de la sangre hacia el corazón. Por ende, un buen metabolismo permite que no se acumulen algunas sustancias como el colesterol o las grasas.
Disminuye la celulitis
Teniendo en cuenta lo anterior, consumir café sin azúcar permite reducir la formación de depósitos de grasas en zonas localizadas de tu cuerpo, toda vez que contribuye a la buena circulación de la sangre.
Previene la diabetes tipo 2
La diabetes es uno de esos problemas que surgen de los problemas cardiovasculares. La diabetes de tipo 2 tiene que ver con la incapacidad del cuerpo para controlar sus niveles de azúcar e insulina en la sangre. Este es el tipo más común, sin embargo, beber café sin azúcar puede reducir el riesgo de desarrollarla.
Ayuda en la pérdida de peso
Un buen metabolismo es sinónimo de una óptima digestión. Así que tomar café sin azúcar puede ayudar a perder peso.
Prevenir afectaciones estomacales
Consumir café sin azúcar puede ayudar a eliminar las bacterias y toxinas del estómago, pues estas salen a través de la orina. Esto también ayuda a detener el crecimiento de parásitos dañinos que podrían ocasionar problemas estomacales.
Funcionamiento de la memoria
Según la ciencia, tomar café sin azúcar ayuda a desarrollar el buen funcionamiento de la memoria. En palabras más técnicas, al ingerirlo se puede bloquear un neurotransmisor llamado adenosina. Cuando la cafeína bloquea esto, mejora el disparo neuronal del cerebro. Esto ayuda a liberar neurotransmisores beneficiosos.
Previene enfermedades del hígado
Uno de los beneficios del café es que impide el desarrollo evolutivo de las células cancerígenas que albergan en nuestro cuerpo como las que pueden aparecer en los riñones. De igual forma, su consumo ayudar a reducir el riesgo de cirrosis (daño hepático crónico) en casi un 80 %.
Previene enfermedades mentales
Sumado a las consecuencias positivas que derivan del consumo de café para la memoria, un estudio científico constató que disminuye hasta en un 65 % el riesgo de sufrir demencia en la vejez.
Previene las caries
El consumo moderado de café sin azúcar puede beneficiar a la salud bucal, en concreto con las caries, debido a que tiene características antibacterianas y un impacto de anti-adhesión de la placa dento-bacteriana.
Aporta antioxidantes
En teoría, el café es la mayor fuente de antioxidantes. Los antioxidantes son sustancias naturales o fabricadas por el hombre que pueden prevenir o retrasar algunos tipos de daños a las células.
En el café los encontramos con el nombre de quininas. Otros antioxidantes comunes son el “ácido hidrocinámico” y los “polifenoles”. Estos ayudan a luchar contra los radicales libres en el cuerpo.