Las vitaminas son esenciales para el funcionamiento del cuerpo. Hay diferentes tipos de las mismas y cada una actúa de determinada manera.
Las vitaminas pueden ser liposolubles e hidrosolubles. Las primeras se almacenan en el hígado, el tejido graso y los músculos, y son A, D, E y K; las segundas no se almacenan en el cuerpo e incluyen la C y todas las del grupo B, según MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
En todas las fases de la vida estos nutrientes son clave, pero a medida que avanza la edad las necesidades van cambiando y su ingesta se hace prioritaria. En total son 13 vitaminas esenciales que deberían formar parte de la dieta. Dos de ellas son importante para las personas de más de 60 años.
Vitamina B12
Este nutriente es determinante en la producción de glóbulos rojos, también el organismo lo requiere para fabricar ADN y para facilitar la digestión. Si bien es una vitamina que no debe faltar en ninguna etapa de la vida, lo cierto es que con el avance de la edad, al cuerpo se le dificulta su absorción.
Eso está muy relacionado con que el organismo produce menos ácido estomacal, que es necesario para absorberla en su forma natural. La sintética, es decir, aquella que se agrega a los alimentos enriquecidos y los multivitamínicos, se puede absorber sin ácido estomacal. Las principales fuentes de este nutriente son, entre otras: la carne de aves, de vaca y de pescado, y los lácteos, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
Vitamina D
En los últimos años, se han realizado diversos análisis en torno al aporte de esta vitamina para la salud del corazón y uno de ellos lo desarrolló el Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofe, en Australia, en el que los investigadores realizaron un ensayo clínico amplio, el cual concluyó que los suplementos con vitamina D podrían reducir el riesgo de accidentes cardiovasculares graves entre las personas mayores de 60 años.
En la investigación, publicada en la revista médica The BMJ y de la que hicieron parte 21.315 australianos de entre 60 y 84 años, una de las conclusiones fue que durante el estudio, 1.336 participantes sufrieron un accidente cardiovascular grave, siendo la tasa del grupo que tomó el suplemento de vitamina D un 9 % inferior a la del grupo placebo. La tasa de infarto de miocardio fue un 19 % más baja y la de revascularización coronaria, un 11 % menor, según reseña el medio digital VozPópuli, de España.
La Fundación Española del Corazón refiere otro estudio, publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, según el cual los hombres que consumen la cantidad recomendada de vitamina D son menos propensos a padecer una enfermedad cardiovascular que aquellos que presentan niveles bajos de este nutriente.